A MERCED DEL DINERO. C148: Yo no soy tu amor.
Marfil se acercó a él con la cautela de quien teme provocar una tormenta.
—Por favor, Lucas —gimoteó—. No quiero pelear contigo. Vine porque estaba preocupada.
Lucas no respondió. Se limitó a mirarla con esa expresión endurecida que ya había aprendido a tener frente a ella, como si cualquier palabra suya fuera una ofensa imposible de perdonar. Marfil tragó saliva, obligándose a no retroceder.
—Cuando vi que te sacaban del restaurante... me asusté mucho —añadió ella—. También quería saber si te había pasado algo, pero bueno... tú no tienes ni un rasguño. Fue Richard quien se llevó la peor parte.
No había reproche en su voz. No había crítica ni recriminación. Solo un alivio torpe, lleno de matices, como si le costara admitir que su alma se había aligerado al verlo intacto.
—Pero me alegra que todo haya vuelto a su lugar —continuó con un esfuerzo visible—. Richard se va a recuperar y tú no terminarás en la cárcel. Deberías tener más cuidado, Lucas. La familia de Richard tiene poder, sabe