—Lo siento Adara, pero no regresaremos pronto, hemos llegado a Londres y tu madre comenzará con las quimioterapias. No estaremos disponibles niña, así que no marques mas y espera a que seamos nosotros quienes nos comuniquemos contigo. — decía el padre de Adara al otro lado de la línea, mientras Adara terminaba de vestirse.
—Padre…no quiero estar aquí, no quiero casarme con Dante Lombardo…hoy le tuve que decir a Vincent una gran mentira… — musitó Adara entre lágrimas, sintiendo el corazón destrozado por lo que recién le había tenido que decir a Vincent.
—¡Como puedes decir eso!, ¡Gracias al señor Lombardo es que tu madre se podrá salvar de esta enfermedad!, ¡Se una buena esposa y no reniegues nunca más de tu matrimonio con el señor Lombardo!, ¡No puedo creer que seas tan ingrata!, con ese Vincent jamás tendrías estatus ni dinero, y en cambio serás la esposa del hombre más poderoso de Italia, ¿Cómo es posible que te quejes de eso? Ni siquiera tendrás la necesidad de trabajar nunca en tu