••Narra Kiara••
¿En qué momento había llegado a la cama?
Recordaba ver el correo electrónico de mi despido. ¡Despedida en mi primer día de trabajo! Era una pesadilla. Los golpes me llegaban de ambos lados. La vida ni siquiera me daba un descanso para asimilar lo que ocurría, simplemente recibía un puñetazo tras otro.
Y después fui al pasillo, para intentar comunicarme con el supervisor de la editorial, pero no me cogió la llamada. Es más, la finalizó. Me ignoró en su totalidad. Recordaba el crujir de mi corazón en ese momento, como algo se rompió dentro de mí. Lo único que había conseguido por mi propia mano, había desaparecido antes de siquiera disfrutarlo. Y todo porque alguien me había intentado asesinar.
Y lo último que recordaba, era llorar mientras volvía a ver ese mensaje que había acabado con la poca libertad que miserablemente pensé que había conseguido. Pero no me duró nada.
Y de una manera que no entendía, ahora estaba en mi cama de hospital, con la cobija hasta