••Narra Kiara••
Esos reporteros eran unos salvajes. Casi y me pegué contra una de las cámaras al huir de ellos. Sentía que me asfixiaban al tratar de salir de la muchedumbre, pero lo logré y corrí sin mirar atrás hasta lograr perderlos.
Conocía más o menos la ciudad donde crecí. No la habré recorrido como otros ciudadanos, pero si prestaba atención cuando Alexander me sacaba de la mansión para ir a distintos eventos. Así mismo como lo hacía mi padre.
Y por la ubicación… El negocio de Alexander estaba a pocas cuadras de la mansión de mi padre.
Quería creer ciegamente en mi madre, pero la duda carcomía mi cabeza con cada segundo que pasaba.
Necesitaba saber la verdad.
Solo entraría de visita y conseguiría un cabello de mi padre, su cepillo de dientes, cualquier cosa. Sin hacer preguntas, sin gritos, ni discusiones. Ese era el plan.
Necesitaba realizar una prueba de ADN.
Al llegar al portón, los empleados me reconocieron inmediatamente. Me permitieron pasar como si nada, pero las mi