Mundo ficciónIniciar sesiónNo fue fácil convencer a Elizabeth y Melody de que tenían que ir a cenar, alborotadas por tener a su padre y a su galán juntos por Skype. Y sólo lo lograron cuando Nahuel prometió llamarlas durante sus vacaciones, para llevarlas a una sana matanza de zombies al ritmo de Ariana Grande.
Stu les aseguró que las llamaría al día siguiente, sonriendo con nostalgia mientras respondía a las últimas frases de despedida de sus hijas.
—Las echas de menos —terció Nahuel, cerrando Skype en la laptop de C.
Stu asintió suspirando y le llamó la atención la sonrisa comprensiva del chico. Hasta que recordó que él se había mudado a Buenos Aires un año entero después que su madre, y que él y C habían pasado todo ese tiempo separados.
—Un gran invento, internet —terció Nahuel, y cabeceó en dirección al comedor.
En una casa con dos guitarras y un teclado de cinco octavas, llena de músicos, no era de sorprender que ya estuvieran tocando y cantando. En realidad, bastante







