Mundo ficciónIniciar sesiónNos quedamos solos en el patiecito.
Recuperé cerveza y cigarrillo, me aclaré la garganta con la vista baja, sin saber bien qué hacer o que decir. Me estremecí cuando apoyaste un dedo bajo mi mentón, instándome a enfrentarte. Y al hacerlo vi que tus ojos se movían por mi pelo un momento más antes de encontrar mi mirada.
—No es sencillo, ¿no? —dijiste en voz baja, pensativo—. Estar frente a frente.
Bajé la vista para buscar tu mano, la tomé y la alcé para apoyar mi mejilla en tus dedos, los ojos cerrados por un momento.
—Sí. Tantas cosas juntas para asimilar.
Me acariciaste la mejilla y tu sonrisa adquirió una expresión entre triste e irónica.
—Cómo es posible que nos conozcamos tanto, que nos hayamos respaldado mutuamente para superar tanta mierda. Que hayamos experimentado las cosas más e







