Feriado en Argentina. No me tocaba trabajarlo, así que la noche anterior cenamos “juntos” en el deck de tu casa. Ray había vuelto con Ashley a San Francisco por una semana, y no queríamos que estuvieras del todo solo.
Aunque al fin parecías haber reaccionado. Desde esa tarde horrible después de enterarte que tu ex se había puesto en pareja, no habías vuelto a emborracharte. No habías dejado de tomar, pero te controlabas y te mantenías sobrio. Y era increíble lo sereno que te escuchaba, que te percibía.
Esa noche me tenías en tu computadora sobre la mesa del deck. Bajo mi ventana se iba imponiendo esa calma rara de las tres de la mañana, el único momento del día en que no había tránsito, y yo tomaba mate y dibujaba, la luna saliendo sobre el mar de Hawai en mi pantalla. A la derecha veía tu copa, tu botella de vino, cigarrillos, encen