Mundo ficciónIniciar sesiónUn trueno despertó a Stu al alba. La lluvia azotaba las ventanas, el viento aullaba entre las ramas que rozaban las paredes con chasquidos secos. Aún intentaba identificar los ruidos y se preguntaba, más dormido que despierto, si las niñas estarían bien, cuando un brazo apareció a rodear su cintura desde atrás. Entonces sintió la presión tibia del cuerpo pegado a su espalda. Sonrió en las sombras de su dormitorio.
Jen.
Todo había sido tan sorpresivo que todavía le costaba asimilar que hubiera ocurrido realmente. ¿O era un sueño del que despertaría en cualquier momento? Tomó con suavidad la mano que colgaba de su propia cintura y se la llevó a los labios. Cerró los ojos. La textura de su piel, su perfume único, inconfundible. Esos detalles que se había resignado a no volver a experimentar jamás.
Las niñas acababan de dormirse, y él bajaba a la cocina por una cerveza, cuando sonó el timbre. Fue a abrir intrigado. ¿Quién podía llamar a su puerta en esa noche espant







