Mundo ficciónIniciar sesiónDiego entró a la sala estudio con un ¡guau! silencioso mientras miraba alrededor. Charlamos sobre su vuelta a la Reina del Plata mientras enchufábamos y afinábamos. Le contamos el cambio que estábamos encarando, nos contó que buscaba un trabajo estable, aunque fuera por un sueldo básico, porque con los tatuajes nunca se sabe. Charlamos sobre Bariloche y los amigos en común, empezamos a tocar las canciones nuestras que él se acordaba.
Me sorprendió que hubiera traído una libreta para anotarse tonos y marcas de tiempos, pero no hice comentarios. Arrancamos con Run, por supuesto, la versión que él me ayudara a armar. Repasamos End y Hesitation, le mostramos Again y Wicked, se entusiasmó con la versión abreviada de Heart.
Nos tomamos un descanso y salimos al patio para que Diego y yo pudiéramos fumar. Beto me preguntó cuándo me iba.
—&iq







