Capítulo 14. Luna de miel en Venecia
Narrador:
El amanecer en Venecia trajo consigo un aire frío y salino. La lancha blindada depositó a Liana y a Lucifer en el muelle privado de un palazzo veneciano, un lugar tan lujoso como una tumba real.
Fueron conducidos a la suite nupcial, una sala que gritaba lujos por todas partes y sábanas de terciopelo carmesí en la cama, un escenario digno de la hipocresía que ahora vivían.
—Aquí, en Venecia, nadie nos conoce como Lucifer y su rehén —dijo Lucifer, quitándose la chaqueta. Su mirada se detuvo en Liana con una evaluación total —Aquí, somos un matrimonio. Y un matrimonio, Liana, requiere una fachada creíble que me muestre como tu dueño, y a ti, como mi esposa devota.
—Entiendo el papel, Lucifer. En público, seremos la pareja que inspira envidia. En privado... somos un contrato —dijo Liana, con una frialdad que buscaba ser un escudo.
Lucifer sonrió lentamente, el coqueteo era la herramienta que usaba para desarmarla y entendió que aquello a ella ni le era indiferente.
—Bien, e