En la habitación contigua, Marcus frunció el ceño.
¿Su período aún no había llegado?
Gavin le había entregado un informe exhaustivo sobre Rubí, tan detallado que incluso incluía su historial médico y su ciclo menstrual. Tras hacer un rápido cálculo mental, Marcus se dio cuenta de que… sí, parecía haberse saltado su siguiente periodo.
¿Podía ser…?
¿Estaba embarazada?
De pronto, Marcus se levantó de golpe, embargado por una mezcla de alegría y conmoción. Era un hombre alto, y al moverse con tanta brusquedad, se golpeó la cabeza contra la parte superior del marco.
—¡Marcus! ¿Estás bien? —preguntó Jasper, sorprendido. Sus amigos apenas lo habían visto alterarse así. El repentino cambio de humor los dejó desconcertados.
—No puede ser... Apenas han pasado unos días desde esa noche. ¿Tan pronto…? —murmuró para sí, antes de sacudir la cabeza y responder en voz alta, volviendo a sentarse con aparente calma—. Nada.
Del otro lado, la voz de Marcia se impregnaba de una extraña satisfacción. Rubí