El señor y la señora Gibson intercambiaron miradas. La decepción estaba escrita en todo el rostro de Eva.
—Marcia, no tienes que encubrirla. ¡Pobre hija tienes la cara tan hinchada! —Una sonrisa apareció brevemente en el rostro de Marcia mientras la consolaban sus padres. Al final, Eva tomó una decisión. —No podemos dejar que esto pase. La visitaré personalmente mañana.
—Madre, deberías dejar ir a papá en tu lugar. Si ella también te lo hace a ti... ¿Cómo podemos dejar que eso suceda?— Marcia eligió sus palabras con cuidado. Basándose en su relación actual con Rubí, así como en su temperamento, su visita solo tensaría aún más la situación. Y eso era lo que Marcia quería.
—Así es, iré —Efraín se apresuró a intervenir. Miró a Marcia con amor y dijo: —Hija mía, has sufrido.
Marcia inclinó la cabeza mientras las lágrimas corrían por su rostro.
—Mamá, papá. Iré a lavarme la cara ahora. Estoy bien. Deberían dormir temprano hoy.
Después de pensar por un momento, Marcia decidió no contarles s