Regresando al departamento: Emma y Cedrid estaban terminando de comer, donde él estaba en su forma de lobo, ya que ahora le tenía más confianza a su humana y no tenía que estar aparentando ser igual a ella para convivir.
Cuando terminaron de comer Cedrid fue a recostarse un rato en el sofá mientras observaba a Emma servirse un poco de helado.
- Sabes al llegar al departamento no entendía porque el sofá era gigante – empezó a decir mientras iba a su lado – pero ahora que veo tu forma de lobo, se puede entender.
- Bueno también sería mi casa y es natural que haya muebles para mi comodidad – indicó acomodándose para que ella se sentara a su lado y así el pudiera acomodar su cabeza junto al vientre de ella.
- Pero también vamos a necesitar muebles un poco más pequeños para los bebes.
- Los cachorros estarán bien con estos.
- Cachorros… - repitió ella, ya que hace mucho que tenía esa duda - oye ¿qué tan seguros estas de que estos bebes serán lobitos y no niños?
- Porque lo serán – declaró