TANYA RHODES
—Entonces… —dijo Paulina sentándose detrás de su escritorio—. ¿Te irás a Suiza?
Nos vimos a los ojos mientras yo pensaba bien en lo que diría. Después de todo, ese viaje lo haría con su exesposo. ¿Cómo se lo tomaría?
—Sí, el señor Thorne tiene que ir por temas de salud y como yo soy su cuidadora, entonces tengo que acompañarlo —dije tratando de sonar casual, como si fuera algo inofensivo, pero la voz se me cortó cuando la mirada de Paulina se entornó, parecía que quería ver detrás de mi falsa máscara de calma.
—Entiendo… —por fin soltó tomando un par de papeles y organizándolos, dándole un par de golpecitos contra el escritorio para cuadrarlos—. La mayoría del proceso puedo resolverlo sin tu presencia, con excepción de cuando comience el juicio, tendrás que estar ahí. Por mientras puedes firmar una carta poder para mí.
Sacó unos anteojos con finos bordes dorados y comenzó a teclear en su computadora.
—¿Carta poder? —preguntó Vanessa con el ceño fruncido.
—Sí, con eso p