[SOFÍA]
Esa misma madrugada
“Yo no quiero ganar si no estás conmigo.”
Las palabras de Francesco siguen dando vueltas en mi cabeza mucho después de que se fue. Se las llevó con él, pero las dejó adentro mío como una vibración que no se apaga. No puedo respirar. No puedo quedarme aqui.
No esta vez.
Me levanto. No prendo la luz. Camino descalza sobre la alfombra, cruzando la habitación como si me moviera dentro de un secreto. Porque eso es lo que esto es: un secreto que late más fuerte que el miedo.
Abro la puerta del pasillo con cuidado. Ningún sonido. Nadie vigilando. Solo la culpa siguiéndome como una sombra delgada.
El cuarto de Francesco está al final del pasillo. Mi corazón se acelera con cada paso. No por miedo a ser vista, sino por lo que estoy a punto de hacer. Romper las reglas. Otra vez. Pero esta vez no para salvar su carrera. Esta vez para salvarnos a nosotros.
Golpeo una vez. Suave.
La puerta se abre al instante, como si no hubiera dormido en absoluto. Y probablemente no lo