Olivia.-
Quería evitar por todos los medios toparme con Damián empezando el día así que llegué justo en el momento en que comenzaría la reunión con los inversores que se atrasó el día de ayer por todo lo sucedido.
— Olivia, buen día, llegamos al mismo tiempo –saludo con amabilidad a Todd uno de los grandes inversores de la compañía y el encargado de facilitar el sistema administrativo que manejamos en Lennox Company –. Es raro en ti, siempre llegas dos horas antes.
— Sí, bueno es que se me complicó un poco la mañana –miento.
— ¿Y ella es, tu hija? –dice señalando a Martina. La traje a la oficina para mantenerla distraída y cerca. Después de lo ayer no quiero quitarle los ojos de encima.
— Sí, es Martina –ambos la observamos, pero mi hija lleva sus audífonos puestos ignorando a todos.
— No puedo creerlo, ¿A qué edad la tuviste? Sabes que te ves muy bien, para tener una hija adolescente –sonrío con vergüenza poniéndome roja como un tomate, en ese momento alguien se aclara la gargan