Damián.-
Mi hermano y yo, junto a mi asistente revisamos cada informe, cada cifra, cada cuenta, cada reporte y nada cuadraba, el traidor de Tom maquillaba los montos haciéndonos creer a mí y a los socios que todo iba de maravilla.
Seguramente habrá pagado un equipo de marketing para afianzar su mentira y decir que la compañía Lennox estaba en crecimiento y todo era falso, habían negocios que en informes parecían legales, pero eran ficticios Tom firmaba por ellos y el recibía el dinero.
— Con razón nunca me cayó ese marica de mierda –mi hermano rompió el silencio de la sala de juntas que estaba inundada de documentos, estaba furioso y no era para menos–. no me mires así, no tengo nada en contra de las preferencias sexuales de nadie, pero este tipo nunca me cayó.
— Ni siquiera sé de lo que hablas –de reojo vi como Tony y Alex cruzaron miradas con algo de confusión y sorpresa.
— ¿Qué? –pregunté al ver como ambos me miraban como si fuera un alienígena.
— Damián, o eres muy ingenuo o