El domingo arribó y con ello, la presentación de Santi también. Sería en El tablao de Carmen, podría decir que era un bonito sitio, pero esa descripción se queda corta, sin mencionar que, además estaba ubicado en un lugar de lo más pintoresco, el cual visitaba por vez primera: el Poble Espanyol. Quedé fascinado con la arquitectura, cada fachada, las calles; todo era al estilo antiguo, aunque lucía increíblemente nuevo, fue como un viaje en el tiempo; también como recorrer varias partes del país, según me contaron. 

Martín y Santi hicieron de guías turísticos. Desde que ingresamos al poblado me explicaron distintas cosas sobre la historia, fundación del lugar y ese montón de mamadas que ignoré, ya que estaba más pendiente de hacerme selfies o jalarlos a ellos para posar conmigo. 

Algo que me sorprendió fue la sim