Mundo ficciónIniciar sesión—Perdón por venir así, quería hablar contigo Ke… —Sacudió la cabeza y después corrigió—: Paolo.
No dije nada, seguí petrificado, creí enloquecer hasta volver a oírlo:—Vengo en son de paz, lo juro, ¿puedo…? —Realizó un ademán con una mano para pedirme entrar y enseguida me hice a un lado al mismo tiempo que asentí algo nervioso. En realidad quería mantenerme distanciado de él por más tiempo, de ser posible, hasta su partida; lo que menos necesitaba era tenerlo allí, a solas conmigo. Sacudí la cabeza mientras cerraba la puerta, era imprescindible salir del shock para poder manejar esa situación. —¿Cómo sabes dónde vivo? —pregunté en tono bajo, aunque sorprendido.Omar sonreía al pasear la vista por cada rincón de







