Mundo de ficçãoIniciar sessão—Grandulón, ¿cómo estás? Hace días que no nos vemos y ya te extraño, tío.
Sentí un fuerte pesar en el pecho ante esas palabras de la ratona y tuve que silenciar la llamada para emitir un largo suspiro.
Pasó poco más de una semana desde la llegada de Omar y de ese tiempo, podía contar con una sola mano las veces que vi a mi novia fuera de una video llamada, de hecho me sobraban dedos en esa cuenta. Luego de aquella conversación con Omar salí en bomba del departamento, apenas me despedí de Mariana y su tía, veloz, usando una terrible excusa. Algunos días pasaron en los cuales solo compartimos a través del celular, pero en cuanto me mostraba a Omar para saludarnos, los nervios me traicionaban y acabé por finalizar la comunicación para volver al trabajo o lo que estuviese haciendo. Pudimos vernos en paz cuando vino a casa






