Punto de vista Maximiliano
Mi telefono sonó sacándome de mis pensamientos, evidentemente era Madison , me fui sin avisar y en la situación que estaba atravesando, era lógico que iba a llamarme.
—Maximiliano, estoy molesta contigo, ¿Por qué te fuiste sin decirme nada? ¿Cuándo vas a dejar de hacer eso?
Rodé los ojos, Madison era lo que más amaba en la vida, pero mi cabeza estaba colapsando para lidiar con sus caprichos.
—Tuve que salir urgente, estoy gestionando la búsqueda de mi padre, su estado de salud es muy difícil ahora, preciosa.
—Pero ya te dije que quiero estar contigo en todo este proceso, acompañándote, sirviéndote de algo.
Cerré mis ojos y me quede en silencio por un momento, debía contarle toda la verdad a Madison , no podía seguir ocultando más tantos secretos, aunque eso costara perderla, había ahora una razón que me movía el corazón, no sé porque sin saber los resultados de la prueba de ADN, tenía la plena seguridad de que Mía era mi hija.
—Preciosa, no tienes idea de