Punto de vista Maximiliano
Faltaba solo una semana para el día de nuestra boda, de la boda oficial, la que sería por la iglesia, todos los preparativos para ese día estaban quedando a la perfección.
Esos últimos días, mis deseos por Madison se fueron incrementando, haciendo que nuestra relación se fortaleciera mucho más, ella era insaciable, y la tranquilidad del momento, era como un elixir que nos mantenía más ardientes. Pues todos los días hacíamos el amor sin control, y todos nuestros encuentros terminaban en pasión.
Madison estaba sentada frente al espejo arreglándose el cabello, estaba a punto de salir a trabajar en la veterinaria, me hice detrás suyo, y rocé su cuello con mi nariz.
—¡Hueles espectacular! —Absorbí su aroma
Ella enredó sus manos en mi cabeza y cerró los ojos
—Me aplique mi perfume favorito mi amor, ese que me regalaste la otra vez —respondió seductora, apenas podía ver sus preciosos senos a través de su escote.
—Me encanta como su olor se combina con el olor