Sofi Moon ha vivido toda su vida trabajando para poder salir adelante. Luego del fallecimiento de su padre ha decidido mudarse a la gran ciudad para poder surcar un nuevo camino en el negocio de la publicidad. Sin embargo, su negocio parece correr riesgos y para poder recuperarse necesita firmar un contrato con una de las firmas más ricas del país. Para su mala suerte, en un intercambio de palabras, resultó insultando al director, Austin Jones, de dicha firma. Creyendo que todo ha sido un total fiasco y que su carrera profesional se irá por el caño, recibe un trato por parte de Jones. Fingir ser su esposa durante la época de las fiestas. Sofi, quien nunca ha creído en el romance y las relaciones, acepta por el bien de su negocio. Sin embargo, no esperaba que la familia de aquel director comenzará a ablandar su corazón al igual que aquel aparente frío director. Pero todo contrato tiene fecha de vencimiento y la vida de Sofi no va orientada a la familia y el romance. ¿Será capaz de pasar las fiestas tal y como la Sofi que no creía en el amor?
Leer másNunca creí que la vida fuera sencilla. Para mí siempre fue difícil salir adelante. Mi madre abandonó a mi padre cuando yo apenas tenía seis años. Recuerdo que mi madre simplemente tomó sus cosas y sin decir adiós salió tras la puerta blanca de madera. Fue en vísperas de Navidad cuando ella salió de nuestras vidas. Jamás la perdoné por todo lo que hizo, aun así, intenté no guardarle rencor.
Muchas veces pensaba en que la vida de ama de casa. Simplemente no era para ella.
Aun así, no debió abandonar a mi padre a su suerte. Fue una cosa realmente triste y que hasta la fecha no podía olvidar.
Tiempo después, cuando aun ra una adolescente mi padre falleció. Estuve en un orfanato por dos años y me esforcé mucho por sacar buenas notas y ganar una beca para ir a una de las universidades más prestigiosas de la ciudad. Para mi suerte logré estudiar publicidad y salir adelante durante la carrera. Diez años después me había convertido en una mujer con una carrera y con un negocio que al principio iba viento en popa.
Sin embargo, siempre había competencia y por más que yo quisiera, esa competencia me alcanzaba por sus apellidos. Esa era la realidad.
Durante mi infancia, mi padre me leía muchos cuentos de hadas, creí que al aunque muchas de las princesas no tuvieran madre, lograban ser felices y por ello, creí que para mí sería igual. Sin embargo, esos cuentos solo me hicieron darme cuenta que las princesas también llevaban la vida difícil. En estos momentos recordaba a la princesa Aurora, ya saben, la chica que es hechizada y se queda dormida hasta que su príncipe la rescate.
Claro, ella despierta por el poder del amor pero regresa a una realidad que los cuentos ocultan, la realidad de ser adulto, la realidad de pronto ser la reina de un reino, la realidad de ser una persona para la que ella no estaba preparada.
Pues lo mismo me sucede a mí, había despertado en mi realidad, pero no fue por completo. Trabajando en la empresa que había fundado con sangre, sudor y lágrimas, creí que por fin tendría mi final feliz, pero las cosas se complicaron.
—Los Lawrence nos cancelaron. — Ana me miraba con una expresión de preocupación. No podía creer que hicieran esto de nuevo. Era la quinta vez que nos cancelaban este mes. Si seguíamos así mi pequeña empresa de marketing y publicidad no llegaría a nada.
—Gracias Ana. — Le sonreí levemente y ella simplemente asintió. Esto me volvería loca.
Me levanté del escritorio y me dirigí a la ventana. Durante este tiempo había estado pensando en qué solución darle a mi empresa. Tenía gente trabajando para mí y no podía dejarla sola y desamparada, eso era imposible. No quería cargar con esa culpa solo por mi falta de sensatez y de opciones.
Sin embargo, tenía una.
Frente a mí se encontraba una gran valla de publicidad del nuevo producto de Pince S.A de la familia de los Jones. Los Jones eran una familia extremadamente rica. Austin Jones, el director de la empresa, era el hijo más joven de la familia, apuesto, inteligente y capaz. Sin embargo, esos solo eran los rumores que había escuchado, ya que era el tipo de persona que no le gustaba ser visto en público y casi nadie sabía en verdad cómo lucía, más que los mismos empleados y familia.
No sé cómo le había hecho, pero había logrado que nadie le tomara una foto desprevenido, porque en esta época era difícil esconderse.
Como sea, él era mi última opción. Había pedido una cita con él que obviamente no me dieron. Sin embargo, a algunos contactos que había logrado hacer en la universidad, me informaron que Austin Jones buscaba una nueva empresa de publicidad, ya que con quien había firmado, estaba realizando diversidad de movimientos ilegales.
Eso incluso había salido en las noticias.
Como sea, era mi oportunidad y ya que no pude obtener una cita formal, decidí colarme en una fiesta que sucedería esa noche.
Al salir del trabajo corrí a casa para poder vestirme de forma presentable y chocas de forma “casual” con Austin Jones, aunque debía buscarlo ya que no sabía muy bien quién era él. Me habían comentado que su cabello era negro y era un hombre alto.
Me di una ducha, me maquillé y me coloqué un vestido negro de que llegaba un dedo arriba de la rodilla, mis tacones y dejé mi cabello estilizado con la secadora haciendo algunas ondas.
Me veía guapa, elegante y segura.
Tomé mi propuesta del escritorio de mi habitación y salí disparada a buscar un taxi que me llevara a la fiesta organizada en el hotel Lapton. En media hora estaba en el vestíbulo siendo guiada hasta el lugar del evento.
Había mucha gente que, para personas como yo, eran famosas y ricas. No podía creerlo. Era un lugar hermoso.
Estaba cubierto por una alfombra color azul con tapicería del tipo mosaico y unos enormes ventanales en forma de arco. La gente charlaba y se reía mientras yo intentaba buscar al hombre con quien debía hacer un trato.
Sin embargo, había mucho más gente de cabello negro y alta de lo creí que habría era un pesadilla.
Tomé un poco de champán y continué con mi búsqueda. Sin embargo, terminé topando con un hombre y mi vestido se mojó debido a la copa que cargaba en su mano.
—¿Por qué no te fijas? — Me alzó la voz dejándome perpleja.
—¿Disculpa?
—¿Qué no oyes? ¿Por qué no te fijas? — Intenté mantenerme calmada, pero la ira se estaba apoderando de mí.
—¿Por qué no te fijas tú? Pedazo de idiota. El hecho de tener tanto dinero te quita lo educado. ¿Es eso?
—¿Qué dijiste? — Sus ojos verdes me miraron con furia. Yo no aparté la vista y lo miré con mucha intensidad y seriedad. ¿Este quién se creí que era?
—¿Austin? ¿Está todo bien? — Una mujer que parecía conocer al hombre frente a mí se acercó preocupada. Tenía su cabello negro con algunas canas, arrugas leves a los lados de sus ojos y una elegancia que jamás había visto en alguien como ella. Además se parecía a él, especialmente por la forma del rostro. Era hermosa.
—Si madre, está todo bien. — Habló entre dientes
—No es cierto señora. — La miré —Lo siento, si soy grosera, pero él me regó bebida en el vestido y no recibí ni una disculpa de su parte.
—¿Y tú qué…?— La mujer lo interrumpió y le apretó la muñeca.
—Lo siento querida, mi hijo suele ser un poco temperamental. Discúlpate, Austin. Ahora.
—Mamá
—Austin Valen Jones, hazlo ahora. — Me quedé petrificada. ¿Había dicho Austin Jones? — Miré a amabas personas y el hombre frente a mí soltó una disculpa dejándome perpleja. ¿Acaso este era el Austin que yo estaba buscando? No, no podía ser cierto, si así era… realmente estaba perdida.
—¿Austin Jones? ¿El CEO de Prince?
—Ah, los puestos ejecutivos no valen en la educación querida. Siento mucho el comportamiento de mi hijo. — No podía creerlo.
Me di la vuelta y sin decir nada más me fui de ahí sintiéndome avergonzada. Yo tenía razón, Aurora era como yo, había entrado en una realidad dura y cruel.
―¿Ahora quién es el exagerado? ―Gretel se carcajeaba mientras Austin veía a la mujer con los ojos entrecerrados. Sophie se encontraba en el baño mientras esperaban los resultados de la prueba de embarazo.―Quieres callarte.―Bueno, tu dijiste que querías esperar a tener hijos y mírate ahora. Todo nervioso por la prueba. Pero amigo mío, te lo dije. Tener sexo sin control es igual a posibilidad de embarazo, especialmente si no usas protección.―¡Usábamos protección!―¿Cada cuánto? ―Austin se quedó en silencio. Sí bueno, había momentos en que olvidaba usar protección. Pero Dios, estar con Sophie era inevitable, simplemente el momento no lo ameritaba. Sí, sabía que era su culpa. Pero hijos, ahora. No le molestaría tener un bebé, es solo que Sophie había sido clara, no estaba lista para un bebé, al menos el primer año de su matrimonio y apenas llevaban nueve meses de casados. Si ella estaba embarazada, seguro lo asesinaría.―Gretel, no ayudas.―Eres hombre muerto. ―La puerta se abrió y Sop
Un año después…No creo haberlos decepcionado. Sé que las historias deben llegar a su final en algún momento, pero déjenme decirles, aquí voy a contarle qué paso durante este año. Aunque no lo crean, Susana fue metida a la cárcel porque fue la responsable de mi accidente. Al parece ella contrato al motorista para que me persiguiera y me hiciera daño costara lo que costara. No contaba con que Austin en verdad sintiera por mí lo que sentía. Amor. Al parecer no podía creer que en verdad estuviera enamorado de mí.Por cierto, la loca fue detenida y ahora está pasando sus preciados años de juventud en prisión.Respecto a nuestra mentira, bueno, tuvimos que pedir perdón. Debo admitir, creí que la familia de Austin no me perdonaría. Pero mientras estuve en el hospital, ellos fueron a verme. No lo hicieron mientras estaba despierta. Sin embargo, noté que cada día recibía obsequios. Creía que era de mis amigos, pero luego supe que era de todos ellos. Nunca me dejaron sola, en ningún momento.E
Querida Sophie,Espero que esta carta te encuentre bien. Me he tomado un tiempo para escribirte porque creo que es importante que sepas la verdad sobre mi partida y sobre Joy Green, la mansión que te dejé.Cuando te dejé a ti y a tu padre, no fue porque no los amara. Al contrario, los amaba más de lo que podrían imaginar. Pero estaba en una situación desesperada. Estaba enferma. Fui diagnosticada con cáncer en etapa cuatro y creí que solo sería una carga para ustedes. Sé que debí decírselos, pero no creí que fuera justo para ustedes que yo me quedara. Partí hacia el norte esperanzada con desaparecer de este mundo sin nada. Sin embargo, me encontré con un hombre que le habían dado la paliza de su vida. Lo ayudé a curar sus heridas y resultó ser un buen hombre. Me dio un trabajo, decidí aprovecharlo y enviar el dinero de forma anónima a ustedes en mis últimos días.Sin embargo, mi enfermedad avanzó y entonces aquel hombre resultó ser el antiguo dueño de Joy Green. Antes de fallecer deci
―¡Te volviste loca! ―Gretel dejó caer el canasto de fruta en la mesa. Yo me hice la loca observando el yeso alrededor de mi brazo. Por suerte era lo único grave que le había pasado en mi cuerpo luego del accidente. Los últimos días me había puesto al día con los conocimientos de los últimos seis meses. Porque ese era el tiempo total que había olvidado por completo.Al parecer habían bajado los ingresos en mi empresa e intenté lo mejor posible para salir adelante. Es por eso que busqué a Austin Jones para realizar un trato. Y por lo que Ana y Mina le explicaron las cosas no habían ido muy bien, ya que al parece maldije a Austin Jones por al menos una semana. Sin embargo, luego de lo que Austin me explicó, entendí la razón del trato. Luego de eso, Steven me contó que obtuve una herencia, Joy Green, de parte de mi madre. Y decidí venderlo, que era lo que le había recién comentado a Gretel, esa era la razón por la que me había gritado.―¿Cómo vas a vender Joy Green? Prometiste que no lo h
La revisión médica comenzó con un médico que me preguntaba mi nombre, fecha de nacimiento y otros detalles básicos de identificación. Respondí con voz débil y temblorosa, luchando por concentrarme mientras lidiaba con la confusión y el dolor de cabeza.El médico procedió a realizarme una serie de pruebas físicas, incluyendo revisión de signos vitales como la presión arterial, frecuencia cardíaca y respiratoria, y la temperatura corporal. Sentí las manos del médico en mi rostro, palpando mi cuello y abdomen, y escuché el sonido del estetoscopio mientras el médico auscultaba mi corazón y pulmones.A medida que la revisión continuaba, el médico me hizo preguntas sobre mi historial médico, alergias, medicamentos que tomaba y cualquier problema de salud previo. Respondí lo mejor que pude, pero la confusión y el dolor me hacían sentir mareada y desorientada.El médico también me preguntó sobre el accidente que me había llevado al hospital, pero no pude recordar nada. Finalmente me explicó q
¿Alguna vez has tenido ese sentimiento de comodidad? ¿De qué todo saldrá bien si no piensas en las cosas malas y crees que no ha pasado nada? ¿Qué la vida se queda en ese momento, sin preocupaciones, sin estrés, sin nada que te arruine la vida?Bueno, de esa forma me sentía al estar en ese sitio, tener a mi padre jugando conmigo, recordando nuestros momentos juntos en el parque mientras se subía conmigo al sube y baja, mientras me empujaba en el columpio, mientras jugábamos a las escondidas. Me sentía como una pluma, sin un peso encima.Ese momento eran risas y diversión, no había nada más lejos de eso.―¡Sophie! ―Una voz extraña hizo que me detuviera en medio del arenero. Miré a mi padre y este simplemente me sonrió.―¿Me llamaste papá?―No cariño. ―Se acercó para tomar mi mano.―¿Qu
Último capítulo