Isabel y Aliester se amaron mucho en su momento hasta que por cosas de la vida se separaron. Él juró nunca olvidarla y ella todo lo que quería era olvidarse de él. Sus caminos se separaron durante años, cada uno hizo su vida como pudo, vivieron nuevas cosas y amaron de nuevo. Lejos del otro, como si el destino no pudiera volver a juntarlos. Aliester le hizo una promesa a Isabel en su entonces; se tatuó su nombre porque él consideraba que ella era el amor de su vida, y que no iba a amar a nadie igual, le prometió nunca eliminarlo de su cuerpo, como un recuerdo de su promesa. Ella pensó que era una estupidez de juventud. Cuando se separaron algo rondó su cabeza “él lo borrará”, “no querrá recordar ese amor por el que lo pasó tan mal”. Y creyó que así fue. Pero él cumplió su promesa. Ahora, 15 años después, Aliester, el CEO de Moda Bella una de las marcas más famosas de moda del país, e Isabel una gran relacionista pública que se mudó de ciudad en busca de un nuevo comienzo, entrelazan sus caminos una segunda vez. ¿Florecerá de nuevo el amor entre ellos? ¿Se avivará la llama que alguna vez existió y ardía con fuerza? ¿O será este el recuerdo definitivo de que cuando algo se rompe una vez, jamás vuelve a ser igual aunque lo repares? Pero recuerda: Donde hubo fuego, cenizas quedan.
Leer másPov's Aliester
—Necesito que te tranquilices, por favor. —¡No, Aliester! ¡Tenemos que hablar! ¡No puedes simplemente dejarme así como si tú y yo no fuéramos nada! Un escándalo en medio de la empresa no era lo que quería, definitivamente no. —Es que tú y yo no somos nada, Amanda, entiéndelo —le hablo en un susurro cuidadoso para hacerla entrar en razón—. Ya terminamos. —¡Claro, y ya estás con otra! Todos los empleados están observando este espectaculos con las bocas abiertas, seguramente seré el hazme reír y el hablar de boca en boca para cuando esto termine. —¿Por qué no vamos a mi oficina y hablamos de esto a solas mejor? —¡No! ¡Te vi revolcándote con la de sistemas, ¿crees que no te vi? ¡¿Acaba de mencionar a la de sistemas?! Otro problema más a la lista. —Amanda, ya basta, por favor. —¡No! Intento ser calmado pero estoy perdiendo toda la paciencia. —Tú dijiste que me amabas. —Se acabó, las relaciones se acaban. En serio espero que esto no sea un chisme viral el día de mañana. Todos me verán como el CEO que le gusta meterse con sus empleadas. ¿Por qué tenía que mencionar lo de la de sistemas? —¡Pero dijiste que me amabas, no puedes dejar de amarme tan rápido! —Hablemos de esto en mi oficina. —¡No, quiero mis explicaciones ahora! —¡Ya cállate! —exploto en un momento de furia que intenté contener pero ella no me dejó de otra. Y se pone a llorar de forma incontrolable. ¡Increíble! Esto es el colmo. Elena se acerca como intermediaria y pasa una de sus manos por la espalda de Amanda para intentar tranquilizarla pero lo que hace después nos deja demasiado desconcertados. Toma el primer vaso de café libre que encuentra en uno de los escritorios de una secretaria y me lo lanza en la cara. El líquido está algo caliente y me escurre por toda la ropa, intento quitarmelo de la cara con las manos para poder verla con una furia que me hace arder los ojos. Se ha atrevido a humillarme delante de mis empleados, me ha gritado, me ha lanzado café encima, ha actuado como una tirana. La furia que me escoce en la piel quiere nublarme el sentido por unos momentos pero debo mantenerme centrado. Las formas en las que la haré pagar por esto no serán físicas pero sí que le dolerán. Voy al baño y me echo agua pero el pelo ya está echo un desastre y mi ropa también. Elena me trae una toalla y un perfume para el olor. Intenta ayudarme con el pelo pero la empujo bruscamente. —¡Despidela! ¡Despide a esa mujer! —No creo que sea conveniente. —¡¿Por qué?! —Está amenazando con llevar todo a los medios públicos. Saco la cara debajo del lavabo y me sacudo el pelo. —¡Oh Dios! ¡¿Estás hablando en serio?! ¿Qué haré si ella de verdad se atreve a eso? Estaré arruinado, la empresa lo estará. —Hay que silenciarla o esto podría ser un desastre, Aliester, no solo para ti, también para la empresa. —¡Lo sé! ¡¿Crees que no lo sé?! —Maldita sea la hora en que tomé la mala decisión de meterme con esta mujer—. ¿Qué tal si le pagamos algo de dinero para que se calle la boca por lo menos por un tiempo? —Hay que ver si ella lo acepta. —Es lo que tenemos por ahora, y luego necesitamos conseguir a una nueva relacionista pública, ¡urgente! Esto puede explotarnos en la cara en cualquier momento, tenemos que tener a alguien que nos sepa defender. ¡Busca a la mejor, Elena! —ella asiente—, ¡Haz todo lo que te he dicho ya! —Está bien, pero hay otra cosita que debes saber —habla con mucho cuidado como si no quisiera alterarme más de lo que ya estoy—. La mujer que trabaja en sistemas acaba de renunciar. —¿Me estás jodiendo? —niega—. ¡Entonces consigue otra, y ya! —En un arrebato mi puño choca contra el espejo del baño rompiéndolo en pedazos—. Ouch. —¿Estás bien? —Elena se apresura hacia mí y toma mi mano ensangrentada—. Vamos a la enfermería a qué te atiendan eso. —No, primero quiero hablar con Amanda. ¿Dónde está? —¿Hablar de nuevo con ella después de todo el escándalo que hizo? Mejor déjalo así. —¿Dónde está? —pregunto con más determinación. —Está en tu oficina. Me dirigo hasta allí a pasos furiosos sin escuchar a Elena que intenta tranquilizarme. —¿Qué es lo que quieres de mí, Amanda? ¿Qué más quieres? Necesito que te detengas, ya ha sido suficiente. —No, no ha sido suficiente, Aliester. Quiero que volvamos, nuestra ruptura no tiene sentido. —Lo siento —niego con la cabeza—, pero no puedo estar con alguien por quién ya no siento nada. Y prefiero serte honesto que serte infiel. Ella me da una mirada fría de segundos que parecen eternos. —¿Me dejaste porque querías estar con otra? ¿O con otras? —Nuestra relación se terminó porque las cosas simplemente ya no iban, peleábamos mucho por tus celos y dejé de sentirme igual contigo, esa es la verdad. —Podemos volver a intentarlo. —No sé cuántas veces he hablado de esto contigo, pero no quiero intentarlo más. —Aliester… si no vuelves conmigo, iré al público, a televisión, a las redes, a donde sea, y les contaré a todos con detalles lo que hubo entre nosotros, también que después de mí estuviste con la mujer de sistemas. —No me amenaces —digo con una mirada retante—. ¿Acaso quieres arruinar tu vida? No solo me perjudicarías a mí, piénsalo, piénsalo bien antes de hacer una locura, Amanda. —¿Te imaginas el chisme que sería? Jugoso. Nadie dejaría de hablar de eso. Ella no me escucha, no piensa en las consecuencias, solo piensa en su propia satisfacción, en lastimarme. Me enoja su actitud. Siento mi pecho apretarse de nuevo debido a la ira. —¡Piénsalo bien, Amanda! —me sale ahora con furia. —¡Me cobraré este sufrimiento, Aliester! —¡Atrévete! ¡Atrévete y verás como yo también puedo destruir tu vida en un segundo! ¿Quién te contrataría siquiera como mesera si supieran que te metiste con tu jefe y que por eso tuviste un aumento de sueldo? ¿Cómo te verían? ¿Cómo una puta? Con el desprecio evidente en su mirada me deja claro que no le gustó en lo absoluto lo que le dije. —¡Eres un hijo de puta! Me acerco a ella, la tomo de la barbilla para que me mire directamente a los ojos, ella forcejea un poco pero luego se queda quieta. —Lo que más te conviene es mantener esa boca cerrada, aceptar tu indemnización, tu carta de recomendación, buscar otro empleo y dejarnos en paz. Safa su cara de mi agarre y sale de la oficina dando un portazo. —Encárgate de ella —le pido a Elena.Pov's IsabelEsperé pacientemente por un largo rato, como veinte minutos, ¿qué tanto tenía que hacer Elena para llevarme a una reunión con el CEO? Esto me da miedo.¿Y si resulta que prepara un montón de preguntas difíciles para mí? ¿O que está pensando en la forma de amedrentarme?Debo ser fuerte y soportar todo. Debo hacerlo si quiero quedarme con el empleo.La puerta de la oficina se abre.—Disculpa la demora —suspira con una sonrisa en su rostro.Su humor cambió completamente después de nuestra conversación. Y me relaja verla así ya que disipa un poco mis dudas.—Sígueme, te llevaré con el CEO, el jefe de jefes —con un gesto con la cabeza me indica que me levante para seguirla.No sé por qué razón, pero pensar en el CEO de una empresa tan grande me da unos nervios descomunales, se me hace mucho más aterrador. Si fuera el CEO de alguna otra empresa que no sea de tal magnitud, quizás estaría más relajada.Y no sé porque estoy nerviosa, no tengo que estar nerviosa, Flecher era una c
Pov's Aliester Tomo un trago de mi taza de café mientras leo esos papeles tan importantes que podrían determinar el curso de mi empresa para bien o para mal. Sigo dándole vueltas una y otra vez sin saber cuál sería la decisión correcta. Comprar acciones de una empresa en bancarrota es muy arriesgado, podría salir extremadamente bien o extremadamente mal. Antonio no me perdonaría llevar a su empresa a la quiebra, pero si lograra rescatar esta marca y hacerla surgir, el éxito podría ser inigualable. La puerta se abre de repente sacándome de mi ensoñación. —¡La tengo! —dice Elena con una sonrisa de oreja a oreja en su rostro y extendiendo los brazos. —¿Qué… qué cosa? —Tengo a la nueva relacionista pública, y es perfecta, te lo juro, es literalmente perfecta. Su currículum es impecable, no es una mujer interesada que todo lo que querrá será dinero y dinero, es comprometida con su trabajo lo que significa que hará de todo por cuidarlo, está dispuesta a todo, tiene buenos contactos y
—Eh, mucho gusto —Le extiendo la mano—, es un placer conocerla, y me pone muy feliz que haya visto mi currículum y le haya gustado como trabajo. Sería un honor para mí trabajar aquí con ustedes, esto me parece una gran oportunidad y daré lo mejor de mi cada día si me aceptan.—Aunque tienes buenas recomendaciones y buen potencial, la empresa con la que trabajaste antes era una empresa de comida, esta es de moda, es un cambio significativo, ¿crees que podrías manejarlo? ¿Serías capaz de llevar esta empresa? ¿De ayudarla a salir de apuros si se encuentra en una polémica seria?Es cierto que trabajé para una cadena de restaurantes, una de las más grandes del país y sí hubieron muchas cosas que tuve que manejar, pero una empresa de comida y una que vende ropa de marca son dos cosas sumamente diferentes.¿Soy capaz? No conozco mucho de este ambiente, ¡pero necesito el empleo!—Seré capaz, sé adaptarme, aprendo rápido y siempre busco superar los obstáculos.—¿Qué harías en caso de que se pr
Pov's IsabelLevanto el pie izquierdo e intento ponerme el zapato, pero no entra con facilidad, pierdo el equilibrio y termino en el sueldo.¡Se me hará tarde!Evidentemente la mejor idea no fue haberme mudado de imprevisto a una ciudad que hace años que no visito, teniendo que empezar todo desde cero solo porque mi ex me fue infiel, perdí mi trabajo y tuve un aborto expontaneo. Pero necesitaba estar lo más lejos posible de todo ese caos y de esa ciudad que solo me daría malos recuerdos.¡Y él idiota además de pegarme los cuernos con una de mis amigas y quitarme el apartamento también se quedó con mi carro! Ahora tengo que tomar el autobús para llegar.Pero aquí estoy. Tengo una entrevista de trabajo en 30 minutos y al parecer llegaré retrasada. Si pierdo esta oportunidad no sé que haré. Es una de las empresas más grandes de moda que hay, el salario seguro será buenísimo.Envié mi currículum a varias empresas y justo de esta me llamaron, por lo menos Flecher aceptó hacerme una carta
Tuve que llamar a Marta para que me dejara pasar la noche en su apartamento, muy a mi pesar ya que lo que menos quería era estar en el medio de ella y su novio pero no me quedó de otra cuando Enrique me dejó en la calle. Tuve que tomar un taxi porque no me permitió tocar el carro alegando de que está a su nombre y eso indica que también le pertenece.Cuando Marta me abre la puerta de su apartamento me abalanzo sobre ella en un mar de lágrimas por minutos que parecen una eternidad. Tengo tantas cosas atoradas en el pecho que necesito sacar.Ella me guía hacia su habitación y nos sentamos sobre su cama. Al parecer su novio todavía no ha llegado.—¿Te sientes mejor? —Me siento destrozada, me siento rota de mil formas. Sabes lo ilusionada que estaba al pensar en un matrimonio para los dos, en tener una familia juntos. Verlo en esa situación con Elsa fue un golpe fuerte.Me sorbo la nariz y limpio las lágrimas de mis ojos.—Hoy ha sido un día horrible, lo peor es que se atrevió a quedarse
Pov's Isabel —¡La emoción no me cabe en el pecho! Hoy cumplo 5 años de relación con Enrique y, ¡creo que me propondrá matrimonio! —le doy un sorbo a mi copa de champagne. —Se nota, has estado toda la noche sonríente, con un brillo en los ojos. Además de lo importante de este proyecto (que se ha realizado a la perfección), me hace mucha ilusión imaginar que mi novio de hace 5 años me propondrá matrimonio, o al menos eso espero, he estado dándole señales todo el mes. Pero si no lo hace, al menos me conformo con una celebración especial. —Le dije que hoy trabajaría mucho y llegaría tarde, así le daba tiempo de preparar lo que sea que vaya a hacer. —Marta, mi amiga y colega de trabajo me sonríe de una forma extraña, como si amara verme ilusionada pero también me advirtiera que tuviera cuidado—. No me juzgues, por favor, tantos años juntos y ya quiero formalizar todo mucho más allá. Pensar en una familia, en un bonito hogar para compartir los dos, que tengamos una luna de miel solo
Último capítulo