Marina se queda inmóvil por un instante, intentando procesar la orden, pero la mirada seria de él demuestra que no está bromeando.
— Está bien — dice ella, levantando el celular que sostiene en las manos.
Al ver que Marina está a punto de hacer la llamada, Andressa reúne las fuerzas que aún le quedan y levanta el brazo.
— Por favor, no lo hagas — dice con voz débil. — Xavier me matará si se entera de que llamaron a la policía.
— Creo que haría lo mismo si no la llamas — responde Víctor, ignorándola.
Al notar que Marina parece dudar un poco, él toma su celular y decide hacer la llamada por su cuenta.
— Creo que si llamo yo mismo, le darán más crédito a la denuncia — dice, alejándose y dejando a las dos mujeres a solas.
Al notar que Víctor se aparta, Marina se acerca a Andressa, que parece desesperarse ante la actitud de Víctor Ferraz.
— Por favor, Marina, no dejes que lo haga — pide ella, con lágrimas en los ojos.
Al verla en ese estado, Marina siente pena, pero al pensar que todavía i