Salir del hospital con Regina hecha un mar de lágrimas me daba mucha pena, en cierta forma la entendía, puede sentir mucho hacia Lorenzo, pero el está en otra página de su vida y ella no tiene cabida en ella.
—Oye Regi ¿Te puedo decir así?— le pregunta Nicco y ella asiente.
—Por supuesto, joven Niccola.
—Ay no, que feo, solo dime Nicco, eso de joven Niccola es del siglo pasado y tu eres muy importante para mí porque salvaste a mi mami— y ese era mi pequeño, mi viejo chico que con tanta naturalidad adoptaba a los demás.
—Está bien, Nicco. Dime qué me quieres preguntar.
—Ah, sí, perdón. Quería saber si te irás con nosotros. Verás, con mi papá Nath estamos organizando el cambio de casa, como nos iremos todos para Estados Unidos tenemos que ver la cantidad de habitaciones para la familia.
—Bueno, es que yo no sé qué haré.
—Regina, yo te lo ofrecí y creo que es lo más saludable para ti , además ya se lo dije a Lorenzo y no pienso quedar de mentirosa en mi primer papel de mafiosa— la sonora