Sus labios eran lo que necesitaba para sentirme feliz y tranquila, él y mis hijos eran todo para mí y por ellos haría y daría la vida.
El beso fue subiendo de tono y en menos de un segundo me había acomodado en la mesa de reuniones mientras se fue colando entre mis piernas. Las sensaciones en todo mi cuerpo me estaban matando lo quería dentro de mí, pero ya. Como puedo bajo mis manos a la cinturilla de su pantalón y tiro de su cinturón para abrirlo.
-No comas ansias, amor- me dice mientras besa mi cuello, pero es que no entiende todo lo que lo he necesitado ppr todos estos días. Su cuerpo tiembla bajo mi toque y sé que él siente lo mismo pues su corazón como el mío late acelerado - Eres tan hermosa, mi princesa de la mafia.
Sonrío por como me dice, Todavía recuerdo ese día en la boda de los chicos cuando me dijo mafiosa por primera vez sin siquiera saber que realmente provenía de este mundo tan oscuro y decadente. Y para qué negarlo, Nathan Malory era esa luz que ansiaba tener s