Esa mujer

-Esa mujer... - mascullo entre dientes.

Otro día más que comienza y otro menos para que Nicco esté lo suficientemente estable para su operación. 

Estas semanas he estado entre mis consultas, operaciones y pasar las tardes con mi amigo Nicco. 

Su madre ha venido menos, pues está a full de trabajo en el restaurante y con Val acordamos que al estar yo más en el hospital lo apoyaría y cuidaría para que no pasara un mal rato. 

Aunque su madre, al principio, se negó, mi amiga tenía un poder de convencimiento sobre humano y doña "yo lo puedo hacer todo" tuvo que ceder. 

Así que heme aquí hoy, jugando una partida de póker con Leo (el guardaespaldas que dejó Val y que no tengo la más mínima idea del por qué) y Nicco que nos tiene literalmente en la banca rota de los dulces que ha ganado. 

-¡No voy!-Exclama Leo frunciendo el ceño. 

-Yo tampoco, a ver Nicco dinos ¿cuál es tu secreto? 

-Mmm, no se pueden contar los secretos del mago, mi querido doctor. 

-No seas así pequeñajo, vamos cuéntanos. 

-Les cuento, pero no le digan a mi mami. 

-Prometido- dijimos ambos haciendo una seña con la mano en el corazón que nos sacó risas a los tres. 

-Bueno, mi Nono Enrico me enseñó a contar cartas antes que supiera los números, fue la forma que encontró para que pudiera aprender a sumar y restar- dice muy relajado y ambos con Leo se nos cae la cara la impresión. 

-¡Dios santo! Tu abuelo debe haber sido un muy buen jugador. 

-No lo sé, él era extraño y hacía cosas raras cuando nadie lo veía- nos dice encogiéndose de hombros y esbozando una bella sonrisa. 

Ambos con Leo nos miramos estupefactos ¿y si el que estuviera Leo aquí era porque don Enrico estaba metido en la mafia o algo por el estilo? No... eso no podía ser, el viejito era amigo entrañable de los Scott y dudo que ellos se metan con esa gente. A lo mejor cuando joven le gustaba el casino y por eso sabía tanto. 

Mientras estamos metidos en nuestros pensamientos llega mi gran amiga con mi jefecito adorado, ah que también es mi amigo del alma, pero no se lo digo porque se lo toma a pecho. 

-¿Y tú no tienes casa u otra cosa que hacer Malory?- me pregunta Bruno y he ahí porque no le doy el lugar que se merece, idiota. 

-Pues como ves, ya tengo mi ronda hecha, mis pacientes vistos y sabes que vivo con George y Rosita y ellos no están nunca porque pasan en la casa de los padres de esta bella mujer- le respondo, mientras saludo a mi amiga con un sonoro beso en la mejilla. 

-Pues como estás de visita, te pido amablemente que salgas porque vamos a revisar a este jovencito. 

-¿No se puede quedar? Por fis- dice Nicco colocando sus manos en forma de oración. 

-Si, por fis, prometo portarme bien- ambos reviran sus ojos y Leo sale de la habitación soltando una sonora carcajada. 

-Bueno, querido paciente, solo porque estoy de buen ánimo permitiré a este terrorista en la habitación. 

-¡Grazie mile! (Mil gracias)- dice Nicco descubriendo su pecho para que Val comience a oscultarlo. 

Pasan los minutos y Val realiza todo el seguimiento, mientras la enfermera anota lo que ella le indica. 

-Por favor, Cristina que lo preparen para que los exámenes estén listos para mañana, sobre todo me importa que se haga el ecocardiograma y los exámenes de sangre, como ambos deben ser en ayunas, preferiría que lo último que coma sea a las ocho. 

-Entendido doctora Scott. 

-Muy bien, Nicco. Todo listo por hoy, le avisaré a tu mamá que para mañana tienes que hacerte unos exámenes para que te acompañe ¿De acuerdo? 

-De acuerdo, doctora. 

-Si seguimos así, pronto estarás listo para la operación y podrás seguir tu vida normal. 

-¿En serio, doctora?- dice Nicco con ojitos anhelantes. 

-Muy en serio, Nicco. Val es nuestra mejor doctora en este hospital y si ella dice algo se cumple-responde Bruno, tocando su hombro y dándole ánimos, unos que aún a mí no me sirven. Necesito ver que esls resultados sean buenos, como dice Val, para que pronto Nicco pueda tener una verdadera vida. 

-Gracias, gracias. No sabe lo feliz queme siento. 

-Ahora nos retiramos, me imagino que tú te quedarás aquí -afirma más que pregunta Val y yo asiento como niño chiquito. 

-Recuerda que tenemos el domingo la barbacoa familiar, es importante que vengas. 

-Uy, ¿hay alguna sorpresa? 

-Nada del otro mundo, salvo que queremos subirle en ánimo a Thomas, después de que se fuera Dana anda penando por las paredes. 

-Pobre Scott, me imagino como debe estar. 

-Ni que lo digas, ya me estresa verlo así - dice Val suspirando, eso era cierto. Thomas había pasado por tantas cosas, pero creo que saber que tenía un hijo un poco más pequeño que Nicco y que después de conocerlo tuvo que separarse de él y de la mujer que ama debe ser complicado. 

-Está bien, prometo estar ahí, jefecito bello. 

-Eso me gusta... 

El fin de semana pasó, con la noticia de que Thomas iría a España para encontrarse con su familia y por desgracia con los exámenes de Nicco aún no muy buenos. Esta semana estoy lleno de trabajo, junto a Val hemos trabajado a doble turno pues tuvimos un brote de influenza en el hospital y dos de nuestros pasantes cayeron como pollos. Bruno tuvo que ir a Boston por un simposio y Ethan, como jefe del hospital, estaba tanto o más complicado que nosotros. Es por eso que no he tenido tsnto tiempo para estar con Nicco y menos he visto a su mamá. Cuestión que me tenía como Thomas, caminando por las paredes...

-Hoy estás más callado que otros días ¿Qué te pasa?- me pregunta Vannah, mientras toma apuntes.

-Es que no sé, me llevo muy bien con Nicco y me encanta pasar con él el tiempo que me queda, pero esa mujer... Ash, me saca de quisio.

-¿Qué hizo ahora?

-Nada, no ha hecho nada más que evitarme, cada vez que estoy con Nicco ella de la nada sale y nos deja solos, es como si le produjera asco mi presencia.

-¿Será porque eres demasiado intenso cuando la tratas y ella no está acostumbrada a eso?

-¡Pero si no le he dicho nada!- rebato molesto a su cuestionamiento.

-Tranquilo galán, no es conmigo con la que te tienes que desquitar.

-Perdón, perdón, es que todo esto es nuevo para mí.

-Aww, eso me encanta, el sex simbol de nuestro hospital se siente rechazado por una mujer.

-¿Y así quieres que te trate bien, Vannah?

-Deja de quejarte y mejor nos preocupamos por cómo sigues.

¿Has tenido molestias, dolores o algo por estilo en estos días?

-Noup, nada. Este corazón está funcionando de lo más bien, como relojito suizo.

-Perfecto, ¿Tus pastillas?

-Me las tomo como corresponde cada día.

-¿Tu actividad sexual?

-¡Vannah!

-Responde, sabes que es normal que te lo pregunte.

-Pues parezco monje tibetano, no he tenido tiempo de nada-y ahí vengo a caer en cuenta que desde que conozco a Gia no he estado con ninguna mujer y no porque me falten, sino porque no me ha nacido.

-Mmm...

-Ese Mmm no me gusta.

-Pues a mí sí, has madurado mi querido Nath y creo que esa mujer como le dices ha sido en parte una pieza fundamental, creo que hablaré con ella para agradecerle por el bien que le ha provocado a la humanidad.

-Idiota...

-Gracias por lo que me cae a mí como tu terapeuta, pero estoy muy contenta por tu excelente recuperación. Creo que ya es momento de darte el alta.

-¿Me estás?

-Nope, ya está bien y no necesitas de mí.

-Pero, pero...

-Tranquilo, galán. Cuando quieras puedes venir a verme, pero como tu amiga.

-No te desharás de mi tan fácilmente, Vannah.

-Lo sé, pero me gusta la idea de verte como amigo más que como paciente.

-Gracias... de verdad gracias por todo - digo con un nudo en la garganta, pues Vannah se ha transformado en un gran bastión para mí en todo este tiempo.

-Gracias a ti , por confiar en mí.

Me levanto del diván y en vez de salir como siempre, me paro frente a ella y le hago el ademán para que se ponga de pie, lo cual ella hace. La miro sonriendo y le doy un fuerte abrazo 

-Gracias, mi querida amiga. Como has estado para mí yo estaré para ti cuando lo necesites.

-Loco sentimental... Ahora ve a ver a tu pequeño amigo y prepárate para verla a ella, está en el hospital- me dice, después de besar mi mejilla y empezar a darme empujones para que salga de su consulta.

Bueno, a prepararse mentalmente para lidiar con esa mujer...

------------------------------

Sigue leyendo este libro gratis
Escanea el código para descargar la APP
capítulo anteriorcapítulo siguiente
Explora y lee buenas novelas sin costo
Miles de novelas gratis en BueNovela. ¡Descarga y lee en cualquier momento!
Lee libros gratis en la app
Escanea el código para leer en la APP