Capítulo 36

Cuando salí del inmenso aeropuerto y me encontré con Luis en la camioneta, una sensación de miedo volvió a mí

— Luis, se ha ido a California desde hace dos días — Conté de golpe tras abrir la puerta del vehículo y tirarme al asiendo como la mayor de las derrotadas. Estaba demasiado exhausta con todo.

— No es posible, Mary, nadie la vio salir de aquí — Dijo Luis, completamente absorto mientras volteaba a verme

— Artimañas de esos viles millonarios – Dije con la voz contrita, pronunciarlo me caló el alma, porque ese vil millonario era Eduardo, a quien tendría que enfrentar de nuevo — Llévame a casa — Supliqué, pero eso le resultó extraño, pues él sabía que ya nada podía encontrar ahí, así que me miró confundido

— ¿A casa? Pero si no hay forma de entrar a ella — alegó intentando comprender

— dejé mi maleta escondida en un pequeño arbusto — le aclaré en voz baja

—¿Y qué piensas hacer? Si no tienes dónde dormir, vete a mi casa — comentó con amabilidad

— No, Luis, no — repetí agar
Continue lendo este livro gratuitamente
Digitalize o código para baixar o App
Explore e leia boas novelas gratuitamente
Acesso gratuito a um vasto número de boas novelas no aplicativo BueNovela. Baixe os livros que você gosta e leia em qualquer lugar e a qualquer hora.
Leia livros gratuitamente no aplicativo
Digitalize o código para ler no App