Cuando Amelia terminó de contárselo todo, un silencio sepulcral llenó el despacho durante unos largos minutos antes de que alguien hablara por fin.
- ¿Desea continuar con este embarazo, señorita Jones? - preguntó finalmente el médico.
- La verdad es que no lo sé. - respondió Amelia con sinceridad, todavía muy confundida por todo lo que estaba ocurriendo.
- De acuerdo", dijo. - El médico asintió. - Haremos lo siguiente. Empezaremos con tus cuidados prenatales. Aún tienes tiempo para pensártelo y, mientras tanto, cuidaremos de tu salud y de la del feto.
Amelia miró inmediatamente a Benjamin, que asintió.
- Te pediré que vayas a la mampara y te cambies de ropa. - Habló el médico indicando el lugar. - Vamos a hacer una primera ecografía. - Informó, sonriendo suavemente. - Sólo para poder ver el feto y tener una media de semanas.
- Ya sé de cuántas semanas estoy, doctor. - replicó Amelia. - Recuerdo el día en que ocurrió.
- Imagino que sí. Pero es un examen estándar. - Explicó el médico.