Días después...
La noticia corrió como pólvora en la oficina.
Scott Dubois había sido suspendido de la firma de abogados.
La razón: irregularidades en documentos de contratos importantes, manejo indebido de fondos, y una investigación interna que amenazaba con terminar en la fiscalía.
Luciana se enteró por casualidad, mientras escuchaba a dos colegas cuchicheando en el área de descanso.
No pudo evitar sentir una extraña mezcla de satisfacción y preocupación.
Scott había sido un bastardo...
pero esto...
Esto era demasiado oportuno.
Demasiado perfecto.
Su mente voló de inmediato hacia Dylan.
No.
Él no haría algo así.
¿O sí?
***
Esa tarde, ya en la oficina privada de Dylan, Luciana decidió enfrentar la duda que la carcomía.
Llamó a la puerta.
Cuando escuchó su voz decir "adelante", entró decidida.
Dylan estaba detrás de su escritorio, hojeando unos papeles.
Al verla, levantó la mirada, alzando una ceja inquisitiva.
—¿Qué sucede, Luciana? —preguntó con su acostumbrado