Capítulo 94
Nara llegó al edificio en el que Marco había comprado el departamento donde se encontrarían. Apenas se acercó al número de su destino, quedó impresionada. El lujo se percibía en cada detalle: los acabados impecables, la iluminación perfecta, el brillo metálico de los electrodomésticos y hasta la cerradura electrónica que reconocía su huella digital. Con un toque, la puerta se abrió sin esfuerzo y un aroma sutil a madera nueva la recibió.
Cuando entró, Marco aún no había llegado. Nara decidió tomarse su tiempo, recorrer el lugar y analizar cada rincón. La cocina era espaciosa, la sala amplia y luminosa, los muebles modernos pero cómodos. Y ella tenía un plan. Había traído consigo un conjunto de lencería extremadamente revelador y caro, una edición limitada que jamás habría comprado de no ser para irritar a Marco al máximo.
Se dirigió al baño, cerró la puerta y se puso el conjunto frente al espejo. Su reflejo la hizo sonreír. La tela acariciaba cada curva de su cuerpo, y