Capítulo 93
Isabella entró en el café con paso firme, sus tacones resonaban sobre el suelo de mármol como si cada golpe marcara el ritmo de su impaciencia. El ambiente era cálido, perfumado con el aroma a café recién molido y pan dulce, pero nada de eso lograba suavizar la dureza en su expresión. Sus ojos buscaron entre las mesas hasta encontrar a Eva, sentada junto a la ventana, como si estuviera posando para una fotografía que nadie iba a tomar.
Hacía tres años que se había librado de ella. Para Isabella, Eva había sido siempre un obstáculo, un estorbo que podía arrebatarle la seguridad que tanto había buscado. Mientras Marco tuviera una familia propia, ella y su hermano quedarían relegados de la herencia de los Rossy. Por eso había hecho lo necesario: comprar la salida de Eva con varios millones de dólares. Una transacción limpia, rápida, fría. Y por un tiempo había funcionado.
Pero ahora estaba de vuelta. Y no porque Marco la hubiera llamado, sino porque Isabella la había traíd