Capítulo 35
Nara notó que sus padres no habían vuelto a buscarla desde el último incidente. Eso, más que relajarla, la preocupaba; ellos no eran personas que se rindieran tan fácilmente. Pero creyó que su actitud firme los había asustado, jamás se había molestado con ellos como aquella noche. Lina estaba más que satisfecha con la situación.
—Debiste enfrentarte a ellos mucho antes —le dijo. Ella siempre había pensado que su familia solo la utilizaba cuando la necesitaban y luego la desechaban.
Esa tarde, mientras Nara preparaba la merienda de Andrea, recibió una llamada de Neida. Suspiró antes de responder. No sabía de qué podía tratarse, pero de seguro no era nada bueno. Ella no la llamaría para darle buenas noticias.
—Habla —le dijo a su hermana en un tono seco.
—Necesito que me ayudes a encontrar una casa —le dijo sin rodeos.
Nara no se sorprende por la petición, pero igual no sabía cómo se atrevía a hacerle esa petición después de lo que había pasado hacía pocos días.
—No tengo di