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Un Rey a tu servicio

Un Rey a tu servicio ES

Romántica
YilyTM  Completo
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53Capítulos
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Resumen
Índice

Sinopsis

MatrimoniobxgInteligenteArroganteMultimillonarioPoderosoTraición

Elena Fonetti y Felipe Rinaldi habían sido amigos desde pequeños. A pesar de llevarse casi seis años siempre estaban juntos y se protegían el uno al otro. Elena era la única hija de uno de los consejeros del Rey de Talovara y Felipe todo un príncipe. Pensaron que siempre podían contar con su amistad. Que nada rompería la promesa que dejaron grabada en un viejo árbol cuando eran niños. No fue así. El destino se encargó de demostrarles que hasta los lazos que parecen irrompibles pueden ser consumidos por una traición. En el instante que el padre de Elena da un golpe de estado, todo cambió. Las vidas de todos estaban destrozadas. La de Felipe más aún. No sólo había sido castigado con el destierro de su país natal si no que tendría la espalda marcada por toda la eternidad. Años después cuando Felipe regresa convertido en el nuevo Rey de Talovara, muchos pensaron que las piezas estaban cayendo en su sitio. Que esa vez todo saldría bien. No fue así. Felipe tuvo que casarse con Elena debido a una arcaica ley. Con la mujer que había destrozado su vida. Con la mujer que él odiaba con todo su corazón

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Último capítulo

  • Agradecimientos:

    Hola: Quiero agradecer a todos aquell@s que leyeron esta historia y la vivieron conmigo. De todas mis novelas (que son 4) esta es la que ha vivido más contratiempos. Bloqueos, falta de fluido eléctrico, de todo. La he escrito casi al día cuando generalmente siempre tengo mucho adelantado para publicar. Pero me alegro de haberlo hecho así. El camino siempre no es fácil. Se que los protagonistas sufrieron mucho pero es que el amor muchas veces no es fácil o sencillo si no todo lo contrario. Los problemas es lo que hacen que una relación se fortalezca o se rompa. Espero que hayan amado a Felipe a pesar de todas sus meteduras de pata y que hayan aprendido de Elena, sobre todo a no darse cuenta por vencida a pesar de tener todas las circunstancias en contra. Yo sí lo hice.Gracias a tod@s los que hicieron el camino conmigo desde el principio y los que se fueron sumando. Cuidense mucho. Aprecio su lectura y sus comentarios (aunque fueron pocos). No dejen de recomendar. Gracias. Nos vemo

  • Epílogo:

    Cinco años después. Felipe entró en su casa cansado después de tan largo viaje. Haber ido al otro lado del mundo por un derrame de crudo en una de sus compañías en el océano Pacífico era extenuante. No importaba que viajara en un avión con todos los lujos y comodidades. La semana que llevaba sin dormir le estaba pasando factura. Anhelaba una buena ducha de agua caliente, jugar con sus hijos y hacerle el amor a su mujer durante días. No precisamente en ese orden. Por ese motivo le extrañó la tranquilidad que sintió nada más poner un pie en el ala donde su esposa y sus hijos vivían. No ver las piernitas regordetas de sus pequeños lo hizo fruncir el ceño hasta que una pequeña con dos coletas y una muñeca en brazos salió a recibirlo.— ¡Papá! ¡Papá! Has llegado. No imaginas todo lo que he aprendido en esta semana. La señorita Bedford está muy contenta conmigo y dice que seré tan inteligente como mamá. —Que bueno, cariño —expresó él mientras la alzaba del suelo y la hacía volar por lo

  • Capítulo 49:

    Pasó un día, dos, diez, veinte, treinta y Elena seguía igual. No había retroceso en su estado pero tampoco mejoría. Felipe había decidido atenderla en palacio cuando le habían quitado el respirador. Preparó una de las habitaciones más grandes para su uso personal. Pues quería velar su sueño y que estuviera cómoda. La única alegría se la daban sus niños. Ambos iban creciendo cada día aunque Lena estaba intratable. Después de varias horas de llanto se quedaba dormida de puro agotamiento. Extrañaba a su mamá y no era el único. Felipe sentía que su mujer se estaba perdiendo muchas cosas. Muchas primeras veces que serían irrepetibles. Como la primera sonrisa de su hija o como su pequeño se había agarrado al biberón y no lo había soltado hasta acabar. Todavía le decían pequeño o bebé. Felipe no había decidido el nombre. Y habían acordado que el primer hijo que tuvieran juntos sería Elena quien lo decidiría. Dirigió la mirada a la cama y sintió su alma comprimida. Hacían cuatro días

  • Capítulo 48:

    Elena se había despertado en el mismo instante que Felipe había dejado de abrazarla. Pero la cama estaba demasiado rica y todavía le quedaba sueño como para desperdiciarlo en vano. Habían pasado unos veinte minutos cuando escuchó gritos abajo. Quizás en el ajetreo del día no podía oírse nada desde su ala pero en la tranquilidad de la mañana todo se escuchaba con increíble claridad. Casi corrió cuando identificó la voz de su padre. Y la sangre se le heló en las venas al divisar semejante panorama. No supo si fue la adrenalina del momento o el conocimiento de que si Felipe moría se llevaría consigo su corazón y su alma, pero literalmente voló sobre los escalones. Todo sucedió a cámara lenta. Y la bala que iba a parar a su marido y ser letal para él, impactó en su cuerpo. Sintió como el pequeño trozo de plomo penetró en su carne. Como se abrió. Y el dolor fue tan intenso y visceral como ninguno que hubiera sentido antes. Le iba a dar en la cabeza pero había empujado a Felipe unos mil

  • Capítulo 47:

    Diciembre llegó con temperaturas frescas. Se había quedado atrás el pegajoso verano. Aunque era muy poco probable que en Talovara nevara el cielo había adquirido la tonalidad de las tormentas. Y a medida que los días fueron pasando y las hojas de los árboles se caían dejando las ramas desnudas, el dolor en el pecho de Elena había perdido intensidad. Había intentado luchar contra la corriente solo para darse cuenta que las aguas tenían demasiados rápidos. El impulsor, era nada más y nada menos, que una personita de apenas cuatro kilos que la traía loca. Eso y las fotos que había encontrado en el álbum que había cogido de casa de María. En la mayoría había fotos que contaban la evolución de su embarazo pero casi al final había alguna de ellas juntas. Elena nunca había posado para su amiga y a pesar de tomarla desprevenida, las fotografías eran excepcionales. Lo había comprendido al leer la nota del inicio. “Si no me gustara tanto la enfermería sin dudar hubiera sido fotógrafa”. Y si

  • Capítulo 46:

    Las lágrimas que corrían por las mejillas de Elena pasaron de ser simples gotas a convertirse en un torrente. Había tenido que parar varias veces pues la intensidad de su llanto le impedía respirar con normalidad y veía borrosa las letras. Cuando acabó se la entregó a Felipe al mismo tiempo que ella iba en busca del nuevo miembro de su familia. De su hija.Hola mi niña bonita susurró abrazándola. Estaban solos en la habitación pues la enfermera había salido dejándoles intimidad.—La buscaremos, princesa. No lo dudes.—No, no lo harás —convino volviéndose y mirando a Felipe a los ojos. Dos voluntades chocaron. Dos miradas se enfrentaron. Respetaremos sus deseos. Y aunque me duela en el alma voy a hacer lo que me pidió. Al pie de la letra.—Vas a aceptarla. —Felipe no preguntó. No hacía falta. Nada más había que ver con la delicadeza y el sumo cuidado con el que tenía cargada a su ahijada. Ahora su hija. —Sí. Esta niña y nuestro pequeño son hermanos. Sé criarán como tal. Juntos. Y des

  • Capítulo 45:

    El aturdimiento pintaba el rostro de cada uno de los presentes. Ninguno de los tres sabía que estaba pasando. Sé miraban con los ojos bien abiertos y con la boca en una línea intentando desentrañar ese misterio. Elena carraspeó una vez, dos veces hasta que sintió que sus palabras armarían una oración coherente y viendo que nadie hablaría ella tomó la palabra. Mejor ir delante que atrás. —Bueno en vista de que todos merecemos una explicación extensa es mejor que nos acomodemos. —No lo creo, princesa. Anastasia no tiene que darme ninguna explicación solo enfilar su cuerpo hacia la salida y decirnos adiós por siempre —Felipe llevaba abriendo y cerrando los puños un rato. Tan bien que iba su relación con Elena y de repente ¡zas! el destino les hacía semejante jugarreta. Ese bebé no es mío. No estés inventado musarañas en el aire.—Ya creo que sí, porque por lo que he entendido ustedes se conocen bastante bien. Además yo la conozco también. Aquí no hay equivocación ninguna.Lena intervi

  • Capítulo 44:

    —Di una orden, princesa —expresó Felipe airado—. Y ni tú ni nadie va a revocarla.—No si yo no lo haré. Lo harás tú —afirmó calmada. Podía jurar que veía el humo saliendo de las orejas de su marido—. Y no deberías gritar tanto, te escucharán hasta en el pueblo. —Gregory no va a regresar. Es mi última palabra.—Oh sí, sí lo hará. No me lo vas a quitar. Sé que te arrepientes de esa decisión porque la tomaste en un momento de ira. Como mismo la de dejarme encerrada en las mazmorras. Así que te ahorre el trabajo de pedirle que vuelva. Ante la única persona que te puedes arrodillar es ante mí y eso como señal de que vas a hacer maravillas con tu boca y lengua. Si no quieres dirigirle la palabra, no lo hagas pero Greg volverá o dejo de llamarme Elena.—Hey, hey ¿a dónde vas? Sabes perfectamente que odio que me dejes con la palabra en la boca.—A la cocina. Tengo hambre. Y estoy segura que sobró tarta de manzana. Podemos continuar discutiendo allí. Felipe no escuchó nada más. Una carcaja

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53 chapters
Prólogo
Un Rey a tu servicio /YilyTM
Novela bajo el código 2212082809985 de Safecreative. Todos los derechos reservados. —Libérala. No voy a dejar a tu hija aquí contigo. Si fuiste capaz de darle un golpe de estado a tu mejor amigo y destronarlo, cuando decías que dabas la vida por él, no me quiero imaginar lo que harás con ella cuando siempre has deseado varón. —La rabia del príncipe Felipe salía en oleadas. Nunca se imaginó que iban a sacar a su familia de Talovara de semejante manera. Pero Emiliano Fonetti había puesto al país en su contra y había hecho que la guardia nacional lo apoyara a base de mentiras. Su padre y su madre habían tenido que prácticamente huir por la puerta trasera. Él se había quedado, incluso sabiendo que su propia vida podía correr peligro. Pero no dejaría que a su amiga la cuidara semejante animal. Emiliano había demostrado en infinidad de ocasiones que tenía un carácter de mil demonios y la mano un poco suelta. Elena nunca había sido golpeada por su padre pero Felipe había visto con sus p
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Capítulo 1:
Un Rey a tu servicio /YilyTM
Felipe vio a la chica que estaba acostada en la cama y suspiró. El cabello castaño desparramado en la almohada le trajo a la memoria recuerdos de antaño. Habían pasado doce largos años desde que él había tenido que abandonar Talovara. Lo había hecho de forma inconsciente. El ardor y la piel desgarrada eran una constante de todo lo que se había atrevido a arriesgar y como todo había sido en vano. Después de tanto tiempo transcurrido solo quedaban pequeñas marcas blancas en su piel tostada. Sin embargo las heridas de su corazón seguían abiertas y superando. La familia Fonetti le había quitado todo, hasta su propio padre. El corazón de Maximiliano Rinaldi no había aguantado ver a su heredero casi al borde de la muerte. Los latigazos que le había dado Elena como castigo habían hecho que tuviera grandes fiebres. Se la había visto cerquita de conocer al creador pero al parecer el destino seguía queriendo que él participara en el juego. Había pasado de ser un simple peón a ser el rey. El q
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Capítulo 2:
Un Rey a tu servicio /YilyTM
A Felipe se le cortó la respiración cuando miró la casa que lo vio nacer. Un lugar que había visto sus primeros pasos y cuando había salido su primer diente. Un sitio tan magnífico que había sido testigo de todas sus aventuras. Y desgraciadamente de unas cuantas lágrimas. Un lugar que lo había visto caerse pero, que jamás lo vio rendirse. Un lugar especial y único. El palacio sobresalía sobre una planicie. Las torres en forma de cono parecían que tocaban el cielo. Cada ventana tenía las cortinas corridas para que entrara claridad y se podía vislumbrar los muebles que habían pertenecido a generaciones anteriores. Los jardines lucían hermosos actuando como guardianes de esa mansión de piedra sólida. Felipe sabía que era una fortaleza inexpugnable. Jamás había sido derribado a pesar de los múltiples asedios que había sufrido con el paso de los años. Siempre se había mantenido en pie, cuidando a todos sus habitantes. Pudo ver las nuevas tecnologías empleadas. Los paneles solares que se
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Capítulo 3:
Un Rey a tu servicio /YilyTM
Las lágrimas falsas de algunos hicieron que Felipe contuviera el aliento. La gente podía ser muy hipócrita. Esas mismas personas que ahora lloraban habían sido los primeros que habían festejado el destierro de su familia. Una de las primeras cosas que haría cuando la corona estuviera en su cabeza sería despojar el castillo. No soportaría convivir con personas de doble cara y moral.—Lo lamento mucho, hijo. —Y Felipe sabía que el dolor que mostraba la expresión de Gregory era sincero.—Fue hace mucho. No te preocupes. —contestó quitándole hierro al asunto. De más estaba decir que había causado la muerte de su padre. De más estaba comunicar que una niña de catorce años había tenido parcialmente la culpa. De más estaba mostrar tristeza delante de esa gente que no eran más que una partida de vagos, que lo juzgarían nada más darse la espalda. Se demoraron conversando otro rato más. Mandaron a preparar sus habitaciones e hicieron los preparativos para cuando llegaran Teresa y Anabelle Rina
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Capítulo 4:
Un Rey a tu servicio /YilyTM
Felipe durmió como hace mucho que no dormía. Se sentía lleno. La luna creciente que mostraba el amplio ventanal de su cuarto le daba idea de un nuevo comienzo. Un comienzo para bien. Le habían acomodado un cuarto de forma muy parecida al suyo de niño. Alguien había guardado todos sus trofeos y medallas y estaban perfectamente colocados. Y agradecía el gesto enormemente. Se levantó temprano. Había muchas cosas para preparar y faltaba tiempo. Ya habría momento para dormir después de muerto. La noticia que no quedaba ningún Fonetti en el castillo lo llenó de dicha pero, al conocer que Iley se había marchado con Elena se entristeció un poco. Esa señora de casi cincuenta años que portaba en sus hombros muchísima sabiduría, había sido la doncella de Anabelle. Y estaba seguro que a su hermana le encantaría volver a verla. Desconocía que le veía de bueno a Elena que se había mantenido a su lado durante tantos años. La llegada del resto de los miembros de la familia fue grandemente celebrad
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Capítulo 5:
Un Rey a tu servicio /YilyTM
— ¿Qué me estás contando, Gregory? Jamás en la vida me casaré con Elena. Si no fuera por todo el daño que me causó, encima está el hecho de que mi madre la odia. Jamás la aceptaría como nuera. —respondió Felipe exaltado. Primero la negación de Anastasia de casarse y luego semejante bomba.—Es un vacío legal muy antiguo. La ley dice que en caso de que haya un nuevo rey que no haya obtenido el trono por herencia ni por la fuerza tiene que hacerse cargo de la antigua familia. Correr con sus gastos, con sus estudios. Y en caso de ser de géneros distintos tiene que casarse con esa persona.—Es arcaico, Greg. Estamos en el siglo XXI. No hay alguna manera de rodear ese artículo sin desobedecerlo.—Pues no —William se unió a la conversación. Él mismo se había pasado horas buscando salidas. No había encontrado ninguna— .Los reyes antiguos fueron claros y los muy puñeteros hicieron caso omiso a las curvas. No se puede hacer nada.—Estamos sumergidos en la actualidad —continuó Gregory— pero, en
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Capítulo 6:
Un Rey a tu servicio /YilyTM
Felipe regresó al castillo con suficientes planes para evitar que Elena huyera. Decidió que lo mejor sería poner alguien de confianza que le dijera cada paso que diera. Pero ahí estaba el problema. Las personas en las que podría confiar ciegamente eran escasas. Fácilmente las podía contar con una mano. Ya encontraría alguien. Si algo había aprendido cuando había empezado a ganar dinero, era que un buen fajo de billetes podía mover las montañas. Al poner un pie en la entrada no sabía dónde dirigirse primero, si a la habitación de su madre o a la Anastasia. Eligió sabiamente. Los gritos de su madre le echarían a perder lo que restaba de día, así que mejor dejarlos para el final. Se encaminó al ala oeste mirando las muchas pinturas que había colgadas en la pared contraria a los ventanales. Uno daría un breve salto al pasado solo viendo esas magistrales obras de arte. Cada cuadro mostraba un pedazo de la historia de Talovara. Y con cada trazo del pincel parecía que la pintura estaba v
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Capítulo 7:
Un Rey a tu servicio /YilyTM
Felipe sintió como Elena se tensó. Se habia puesto rigida en cuestiones de segundos. Sin soltarla la jaló a una silla y después de sentarla se aculilló delante de ella. No se observó un maltratador pero ver ese rostro tan blanco como las paredes de alrededor y sus manos apretadas intentar controlar los temblores lo hicieron sentir el ser más miserable del planeta. Y no debería sentirse culpable cuando él jamás le había hecho daño a la mujer que tenía al frente y que evitaba mirarlo directamente a los ojos. Todo lo contrario. — ¿Te hice una pregunta, Elena? Y Me gusta que me respondan cuando pregunte. —A ningún lado que te importe. No quería verte nunca más en la vida. Eso debería ser suficiente. —Estoy intentando ser cordial. No me provocas. —Pues puedes meterte la amabilidad por el trasero. Soy una ciudadana libre y puedo hacer lo que me dé la real gana. No le debo explicar a nadie. A la única persona que se lo debió morir hace años. —Sí, eres una persona libre pero también mi pr
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Capítulo 8:
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El doctor Mateo entró en la estancia minutos después. Sus ojos vieron a una pareja que estaba distanciada no solo físicamente sino también de forma mental. A pesar de estar en la misma habitación, Felipe y Elena estaban a años luz. Los había traído a ambos al mundo. Había querido escapar de la contaminación y el ruido de las grandes ciudades y nada mejor que el reino de Talovara. Le gustó de inmediato y debido a que le había salvado la vida al antiguo rey en una gala, tenía contrato por tiempo indeterminado en la casa real. — ¿Puedes sentarte, pequeña? —sugirió cuando se acercó a Elena y esta no se movió. Esa niña que había visto crecer siempre había sido una persona esquiva. Siempre apartada en un rincón. Siempre alejada de las multitudes. Y a pesar de llevar más de treinta años en palacio no había podido averiguar la razón. —Vete, Felipe. No te quiero aquí. —Debería marcharse, Alteza. Soy muy capaz de hacer mi trabajo. Y la señorita no lo quiere aquí. —La señorita es mi prometi
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Capítulo 9:
Un Rey a tu servicio /YilyTM
— ¿Niña podemos hablar? —preguntó Iley en voz baja nada más atravesar las puertas del cuarto. Felipe las había guiado a la habitación y se había marchado con premura. Como si no pudiera estar mucho tiempo respirando el mismo aire que Elena.—No. No podemos. Márchate y déjame sola. No quiero verte. Lo menos que quiero es insultarte y agravar más esta situación.—Estoy de tu lado, Lena. Espero que me permitas explicarte mis razones para hacer lo que hice.—Y yo espero que tus razones sean lo suficientemente buenas como para que tuviera que salir de mi casa. Vete ya. No es el momento de ponerse melancólicos conmigo. Tú elegiste. Y en tu elección no estoy yo. Iley no volvió a hablar. Salió cabizbaja de esa habitación demasiado fría. No pudo evitar que una lágrima se derramara por su mejilla. A Elena nunca le había gustado la soledad y en esos momentos estaba completamente sola. Y esa mujer de coraza de hierro tenía muchas heridas de gravedad en su alma. Elena no salió de su habitación e
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