Madison Green, ha llegado a Toronto después de vivir en España intentado reencontrarse a sí misma. Después de tanta presión por parte de su mayor y única hermana, aplica en línea para trabajar en Empresas Burj. Ha recibido una llamada y ha pasado la entrevista algo extraña con el señor Burj, y ahora tiene un mes de prueba como su nueva asistente personal. Lo más extraño es qué ninguna asistente supera el mes de prueba, ¿Madison será otra de ellas?
Ler maisMadison
― ¿Ya la enviaste? ―mi hermana Giorgia vuelve a preguntar, suelto un suspiro de cansancio.
―Si, por sexta vez, si, Giorgia. Deja de ponerme más nerviosa de lo que ya estoy. ―Mi hermana tuerce los labios en desaprobación. Hace una semana había llegado a vivir con mi hermana aquí a Toronto, Canadá. Había ejercido presión cuándo no había encontrado trabajo en España en mi viaje de "encontrarme conmigo misma", tanta que había llamado para informarme que tenía que entregar el departamento en dos días, ya que el vuelo salía al día siguiente. Sé qué le preocupa qué esté sola, ¿Pero por qué no me da un voto de confianza? Sé qué si encontraba trabajo antes, podría demostrárselo, pero no. Finalmente había cedido, también una de las razones por las que había cedido era por qué la extrañaba, era la única familia que tenía en este mundo.
― ¿Segura? ―agarro mi laptop y la giro para que observe la leyenda "Gracias por enviar su solicitud, en breve nos comunicaremos con usted, gracias por visitar Empresas Burj". Giorgia se levanta del sillón de la estancia, tira de la silla que está a mi lado y agarra por completo la laptop, lee de nuevo, bueno varias veces por lo que sospecho.
―Es una de las mejores empresas aquí en Toronto, por algo trabajo para su departamento como jefa de Contabilidad y Finanzas―la miro detenidamente cuándo dice eso, es como si se hinchara de orgullo decir eso una y otra vez. Ella trabaja para una empresa líder en exportaciones, ¿Y? Las dos habíamos estudiado todo en lo que se refiere a finanzas y contabilidad, nos habíamos graduado con honores, (Con años de diferencia, yo soy la menor por tres años) y desde entonces habíamos trabajado en eso. Bueno, ella lo seguía haciendo apasionadamente, lo acepto, soy ese cerebrito qué le encanta todo acerca de números, pero creo que había algo más ahí en el exterior, esperando a que lo descubriera, quería tener esa emoción en hacer lo que a uno le gusta, bueno, algo así.
― ¿Ya? ―Giorgia me mira frustrada.
―No me hables en ese tono, sé que sigues con ese pensamiento que puedes encontrar hacer otra cosa, aparte de lo que estudiaste, pero en lo que llega, podrías trabajar, sé que, si ven tu apellido, no dudarán en preguntarme si eres algún familiar mío...
Pongo los ojos en blanco mientras me cruzo de brazos.
―Giorgia, en la solicitud sabrán que eres mi hermana, el cuestionario en línea ha preguntado si hay familiares trabajando en la empresa―Giorgia me golpea en la cabeza cuándo se levanta de la silla.
― ¡Hey! ―le intento regresar el golpe en su trasero.
―Deja de hacerme ver como una tonta.
―Eso es imposible―digo bajando la mano a mi intento de regresarle el golpe, ella se detiene y me sonríe tiernamente, me levanto y agarro la laptop contra mi pecho. ―digo, ya que ya estás tonta, imposible serlo más...―corro lo más rápido que puedo esquivando la mesa del comedor y la lámpara de la sala, pero una sandalia golpea mi espalda.
― ¡Madison, grosera! ―dice entre risas al igual que yo cuándo cierro la puerta de mi nueva habitación. Dejo la laptop sobre el escritorio de madera y, me dejo caer en la cama. Mi cuerpo se hunde un poco, mis manos se van a mi estómago intentando calmar los nervios, mi mirada se queda fija en el techo blanco de mi habitación.
―Tranquila, puedes buscar otro trabajo si no es en la empresa de Giorgia. Además, Toronto es grande. Debe de haber otras empresas más...
***
El tono de mi celular suena a lo lejos, estoy boca abajo sobre mi cama, mi boca abierta, un pie cuelga de ella, la canción de Justin Timberlake con la canción "Can´t Stop the feeling" se detiene, me remuevo para acomodarme de nuevo, tiro de la sábana y me cubro hasta la barbilla. De nuevo suena mi celular, entreabro mis ojos, estiro mi mano sobre la mesa de noche, el celular vibra al ritmo de la canción, lo agarro y con los ojos cerrados deslizo el dedo para contestar a la persona inoportuna que llama tan temprano.
―Aquí Madison Green, ¿Y allá? ―mi voz es ronca.
―Señorita Green, mi nombre es Kelly Anderson de Empresas Burj, hemos recibido su solicitud―abro los ojos como platos, me reincorporo de un movimiento―Tenemos una vacante solamente para el día de hoy, tomamos en cuenta ya que es hermana de la jefa de contabilidad y finanzas, la entrevista es dentro de una hora.
―Sí, claro, en una hora―miro el reloj de la pared. Entrecierro mis ojos adormilados al ver que son las seis de la mañana.
―Perfecto, la espero en una hora. Gracias―dice amablemente la mujer del otro lado de la línea.
―Gracias a usted―se termina la llamada, miro alrededor de mi habitación, pienso en que ponerme, no, primero en que desayunar, tengo que hacerlo antes de salir o no funciono correctamente. Bajo a toda prisa de la cama, cayendo a la duela oscura, pego un grito de dolor, me levanto y me dirijo a la cocina, preparo un café bien cargado, luego pongo a tostar dos rebanadas de pan, corro a mi habitación y me pierdo en el armario, pienso en que ponerme, ¿Por qué no organicé algo en caso de que llamarán? Por favor, no pensé realmente que me fuesen a llamar...
Escucho que la puerta se abre.
― ¿Madison? ―salgo del armario.
― ¿Qué? ―ella arruga su entrecejo.
―Ya me voy...―me mira muy curiosa.
― ¿No puedes esperarme? ―ella entiende.
― ¡Te llamaron! ¡Lo sabía! ―grita eufórica, pongo los ojos en blanco y regreso al armario.
―Tienes que ayudarme, no sé qué ponerme―en segundos está tirando de los ganchos de mi ropa, busca y busca, pero sé que no encontrará nada, me siento en la orilla de la cama a punto de gritar de frustración.
Giorgia, sale corriendo fuera de la habitación, estoy a punto de levantarme al escuchar el pitido del café, pero Giorgia entra y me lanza un conjunto ejecutivo de ropa sobre mi cara.
―Alístate a la de ¡YA! ―miro lo que me ha lanzado, es un conjunto de dos piezas, un saco tipo blazer y falda de lápiz en color gris oscuro a juego, detrás otro gancho adherido al del traje, es una blusa blanca de seda.
¿Es en serio? ¿Tengo que vestir igual que ella?
Termino de desayunar rápido, ya estoy duchada, intento maquillarme un poco más esas ojeras, estoy a punto de ponerme una coleta alta, pero Giorgia me lanza una mirada asesina "Pobre de ti que te hagas una coleta, Madison Green" Giorgia cierra la puerta de un golpe, pone los seguros, bajamos las escaleras, le quita la alarma al auto y me hace señas de que me suba.
Estoy... ¡Toda agitada! Creo que hasta empecé a sudar de la presión de mi hermana. Giorgia pone su música clásica y comienza a esquivar el tráfico matutino.
―Busca en la parte de atrás...―comienza a hablar sin dejar de mirar hacia enfrente, lanza su mano al ver que no me muevo―... ¡Busca! ―me grita frustrada al no encontrar algo en la parte de atrás de nosotras.
― ¿Qué busco? ―me vuelvo un poco en mi asiento para asomarme.
―Busca una bolsa negra, mete ahí tus documentos básicos...―arrugo mi entrecejo, luego casi llega el pánico. ¿Documentos?
Tres años después...Madison miró de nuevo esa prueba de embarazo. Cerró los ojos pensando que quizás estaba viendo mal. No quería ilusionarse. Ya había pasado tres años desde que se habían casado, tenían un gran departamento, con una bella vista al lago, y un negocio que crecía como la espuma, tenían casi todo.Solo faltaban los hijos.Madison abrió los ojos y confirmó sus sospechas:Estaba embarazada.Tenía un gran apetito por los cereales llenos de pasas, cuando antes se negaba siquiera a comprarlos, su ropa ya no le quedaba, sus pechos estaban creciendo aún más, Karim le había dicho que la notaba más llenita y eso le encantaba.—Estoy embarazada. —se dijo a si misma. Las lágrimas se deslizaron por sus mejillas.Intentó tranquilizarse y
Un año después—Jamás había siquiera pensando en unir mi vida a una persona, pero desde que llegaste aquel día a mi empresa, con esos hermosos que me cautivaron, sentí que había alguien para mi y llenó de esperanza e ilusión, alguien con quien caminaría el camino llamado vida, a tu lado he aprendido a superar poco a poco esos miedos, esos ataques de ansiedad, he aprendido a entregar todo de mi sin esperar nada a cambio, he aprendido que...cuando te enojas, aquí mismo se aparece una pequeña línea, —mi dedo índice señala esa línea en su frente, ella hace un gran intento para no romperse en llanto. —Qué cuando te propones algo, se que lo lograrás, con o sin mi ayuda, qué tu corazón es demasiado grande y que siento que no lo merezco, pero el ver como me miras en este momento y en otros
Sophie sabía lo que debía de hacer, quitar toda pieza que le estorbara, que le estorbara a su hijo, Karim. Había decidido limpiar su imagen, necesitaba recuperar el terreno que se le había arrebatado. No se quedaría atrás, solo siendo un recuerdo en la vida de él.Había hecho las cosas mal. Lo sabía, no era tonta. ¿Pero qué más podía hacer? No quería a Madison para su hijo, pensaba que era poca cosa, qué no había motivado a Karim a ser importante, a ser grande para que quedara al lado de alguien que no estaba a su nivel.Sophie miraba a Madison temblar del miedo, la tenía donde la quería, donde su plan estaba trazado a la perfección. Sabía con seguridad que Karim aun estaba en la empresa, que había confirmado con la persona que tenía en la seguridad de su hijo.—Me aburres. Vamos a terminar con ello, teng
KarimJosef me entrega un arma, me había puesto el chaleco antibalas antes de subir al auto, Giorgia estaba aterrorizada por lo que estaba sucediendo, le he prometido que regresaría con su hermana, a salvo. Madison había encendido el móvil, así es como Josef y el equipo de seguridad ha dado con su ubicación. La puerta de mi lado se abre, mi sorpresa es cuando veo a Farid.—¿Qué es lo que haces aquí? —me hace señas de que me recorra para tomar lugar. Niego.—Voy a cubrir tu espalda. —niego otra vez.—No vas a ir, ¿Sabes lo que va a pasar si tu padre se entera? —pregunto en un tono duro.—Que estoy ayudando a un amigo, qué me ha puesto a disposición toda la seguridad posible hasta las personas más peligrosas están en el auto gris. —me vuelvo a ver, y efectivamente hay u
MadisonEl auto se estaciona frente a una casa elegante. Tomo con fuerza mi móvil, lo he apagado para que no fuese rastreado así como lo pidió Sophie. Había recibido una hora atrás un mensaje de un número privado. Algo en mi interior me decía que era Sophie y así fue. Había aceptado venir, pero le había comentado que no podía salir por la seguridad, movió sus contactos y en un dos por tres, estaba saliendo por la ruta de la cocina, sin ser vista. Las cámaras habían sido apagadas, entonces entendí que teníamos traidores dentro de nuestro equipo de seguridad.—La señora la está esperando en el interior. —dice el chófer, mientras que miro a mi alrededor, apenas podía ver, es de noche y no se veía mucho. La puerta se abre y un hombre alto de traje oscuro y calvo, me ordena que baje y le
KarimUn golpe sobre la superficie de la mesa de cristal hace brincar al personal de seguridad.Seguía sin creer que nadie tenía nada acerca del atentado, lanzo una mirada a Farid quien está desajustando la corbata de su traje, puedo ver irritación.—Alguien debe de tener control en eso. —murmura frustrado. Me dejo caer en el respaldo de mi silla, le señalo a Josef que se retiren todos. Me paso ambas manos por mi rostro y lo masajeo. La tensión de estos días ha aumentado como nunca, mi ansiedad y desesperación por saber quien ha sido el culpable del atentando ha crecido desorbitantemente.—Alguien debe de estar borrando las pruebas. —Farid levanta la mirada y arquea una ceja, creo que ha llegado algo a su mente.—Perdona que lo diga de esta manera…—se levanta de su lugar y se sienta frente al escritorio. —…p
Último capítulo