—No hay problema, amor. Si quieres, puedo cubrir tu turno mañana sin problema. No tengo nada que hacer. Solo firmaré algunos documentos, pero eso puedo hacerlo el martes, no hay problema. Mañana aprovecharé para pedir que busquen otra médica que pueda compartir el trabajo contigo. Así estará mucho mejor y no te cansarás tanto como últimamente. —Lis lo mira confundida.
—¿En serio, amor? ¿Eso es lo que estás diciendo? ¿Entonces de verdad tendré que ir con tu madre, tu hermana y mi hermana a la tienda de bebés mañana? Dios mío, estaba convencida de que no sería posible y que podría escapar de las tres. ¡No sé cómo lo voy a soportar! Ya estoy pensando que fue mala idea que tu madre se quedara aquí, porque si empieza a agobiarme demasiado con este tema, no sé si lo aguantaré. El bebé ni siquiera está formado del todo en mi barriga y ella ya quiere comprar medio Manhattan para él. Creo que es un poco excesivo, no lo veo necesario.
—Desafortunadamente, amor, así es mi madre. Es así y nunca h