Tras pasar las ganas de vomitar, se levanta del suelo con la ayuda de Jack y le dice que entrará en la ducha para bañarse. Jack dice que la acompañará, pues también necesita mucho una ducha, aunque no se despertó con tanto dolor de cabeza como otras veces, aún siente la cabeza algo mareada y dolorida. Cree que esta vez no le afectó tanto el dolor por los dos analgésicos que tomó antes de dormir, que seguro están haciendo efecto para que no le duela la cabeza. Los dos entran en la ducha, y Jack ayuda a Liz a enjabonarse. Ella se da la vuelta, apoyándose en la pared, mientras él enjabona toda su espalda y baja por sus piernas. El ambiente se calienta en la cabina de la ducha. Ella se gira hacia él con muchas ganas de sentirlo. Siente todo su cuerpo arder. Sus labios tocan los de Jack, y siente una agonía en el pecho, pero no, no es algo malo, sino una sensación maravillosa. Los dos terminan amándose allí mismo en la cabina de la ducha, y Jack y Liz alcanzan el clímax juntos en una explo