35

Dejé ir a Chloe y salí de la residencia de los Durand.

Por suerte, pasaba un taxi. Me subí y partí, mientras veía a Gérard corriendo tras el coche sin detenerse.

Se le veía desesperado y preocupado, pero no quería hablar con él en ese momento.

—Señorita, ¿quiere que me detenga? —preguntó el chofer.

—No.

El taxi tomó rumbo hacia mi casa. No tenía dinero para pagarlo, pero entonces noté a alguien frente a mi puerta.

—Bastian, ¿qué haces aquí?

—Juliette, ¿por qué estás llorando?

—Te lo explicaré luego. ¿Podrías prestarme algo de dinero para pagar el taxi? Te lo devolveré en cuanto pueda.

—No te preocupes, yo le pago al conductor enseguida.

Me senté en una banca, mi vida en los últimos meses había sido un desastre, aunque en parte era mi culpa por ser tan ingenua.

—Dime qué pasó, Juliette —me dijo acercándose.

—Creo que es lógico, mi boda se canceló, nada más —expresé con amargura—. Dime, ¿qué haces aquí en mi casa?

—Solo quería hablar contigo, pero llegué un poco tarde. Cuando toqué la p
Continue lendo este livro gratuitamente
Digitalize o código para baixar o App
Explore e leia boas novelas gratuitamente
Acesso gratuito a um vasto número de boas novelas no aplicativo BueNovela. Baixe os livros que você gosta e leia em qualquer lugar e a qualquer hora.
Leia livros gratuitamente no aplicativo
Digitalize o código para ler no App