Mundo de ficçãoIniciar sessãoLos demás se sumaron. Se burlaban, No por lo que era… sino por lo que yo no tenía. Padres “reales”. Una historia “limpia”.
Para mí, con tan poca edad, fue devastador. Sentí que mi vida entera era una mentira fabricada en casa. Si me hicieron creer durante años que Santa Claus traía regalos, que los Reyes Magos viajaban solo para mí, que el Ratón Pérez pagaba por mis dientes… ¿qué más podrían haberme ocultado?
Tal vez lo peor, que no eran mis verdaderos padres. Y esa duda en mi pequeño cerebro sin el tiempo de madurar, se convirtió en rabia.
No lo pensé y solo actué. Golpeé al niñato con toda la fuerza que mi cuerpo permitió. Quería borrarle las palabras a puños y su irritante mirada engreída. Nos ca







