Capítulo 137. Eres mi empleada.
—Nosotros no nos vamos a ir. Ésta mansión es mía, y también las empresas Lancer—, dijo Ximena desde el piso sosteniendo a Adelina.
—¿Quieres que te saquemos a patadas?—, preguntó Ramiro muy furioso.
Fernando solo sonreía mientras desplegaba un trozo de papel con las escrituras originales de la mansión.
—Ustedes saben perfectamente que yo soy el único dueño de la mansión. Así que si alguien puede salir pateado de aquí, son ustedes—, dijo Fernando.
—¡Inténtalo!
Ramiro se levantó desafiante y fue a encarar a Fernando, que también se mantuvo firme y sin miedo ante ese fornido escolta.
En ese momento se escuchó la voz de Julián detrás de Fernando.
—¿Fernando? ¿Qué está pasando? ¿Quiénes son ellos?—, preguntó Julián ante todo el alboroto.
—¿Quién es él y qué hace en mi mansión?—, preguntó Ximena.
—No son nadie. Ellos sólo son unos invasores que habían estado viviendo en mi mansión de forma ilegal, pero que ahora mismo se irán o llamaré a la policía—, amenazó Fernando.
—¡Fernando! ¡No