Capítulo 166. Testigo importante.
Abigail abrió los ojos y despertó en la cama de Félix mirándolo como él se terminaba de arreglar el traje frente al espejo. Esa misma imagen que Ximena había visto tantas veces.
—¿Vas a salir?—, preguntó Abigail aún un poco somnolienta.
—Estaba por despertarte—, respondió Félix sin voltear a verla—, Vamos a salir—, dijo.
—¿Vamos a salir?—, preguntó Abigail confundida.
—Si. Anoche, mientras dormías, arreglé una cita con el doctor Thomas.
—¿Una cita? ¿Y eso para qué?
—Nada complejo. Es sólo una ecografía. Quiero ver a mi hijo hoy mismo—, confesó Félix.
A Abigail le pareció la cosa más tierna del mundo y de inmediato se levantó de la cama con los ojos llenos de brillo y fue corriendo para abrazar a Félix.
—¡Oh, Félix! ¡Éso es tan lindo!—, dijo mientras lo abrazaba fuerte.
—¡No pierdas tiempo y cámbiate! ¡Necesito ganar tiempo! ¡Hoy tengo un día muy ocupado!
Abigail asintió y se metió al baño muy emocionada.
Cerró la puerta del baño y allí comenzó a abrazar su propio vientre muy fe