Lucy corre por los pasillos, los tacones resonando en el suelo pulido del hotel mientras aprieta la mandíbula.
No puede perder tiempo. No hoy. No cuando toda su investigación está en juego.
Su corazón late con fuerza, tan rápido que cree que podría escaparse de su pecho, pero no desacelera ni un segundo.
Al llegar a la habitación, abre la puerta de golpe y se dirige directo al escritorio.
Ahí está el portátil de Sawyer. Lo abre con manos temblorosas y lo enciende, conteniendo la respiración hasta que ve que funciona sin problemas.
Busca rápido entre los archivos, revisa las carpetas de respaldo, los correos, cualquier documento que pueda ser útil.
Sonríe apenas cuando encuentra los datos crudos, los registros de laboratorio, las gráficas originales.
No es la presentación final, pero es suficiente para improvisar.
Cuando regresa al auditorio, Sawyer la está esperando cerca del escenario, visiblemente agitado.
Se pasa la mano por el cabello mientras vigila al moderador de la junt