—¡Ava, mujer venenosa! ¡Por tu culpa, por haber traído de vuelta a Alessia, mi hijo terminó con la pierna lisiada! He puesto tanto esfuerzo y, en lugar de obtener beneficios, solo me he buscado problemas. Eres realmente capaz. Pues bien, competiré contigo.
Ava miró fijamente a Margaret sin apartarse