Dominic se quedó paralizado.
Simplemente paralizado.
Por un momento, ni siquiera pudo respirar. Las palabras del doctor resonaban en sus oídos, pero su cerebro se negaba a procesarlas.
¿Embarazada?
Parpadeó, esperando —de forma absurda— haber escuchado mal. Pero la sonrisa profesional y el tono tr