38

Hospital, habitación individual.

Sisca yacía en la cama del hospital, con la bata de paciente puesta y varias vendas blancas cubriendo sus muñecas, pareciendo una muñeca a punto de romperse en cualquier momento.

No estaba claro en qué pensaba; su mirada estaba dispersa y sus manos se entrelazaban fuertemente sobre el pecho.

En ese momento, la puerta de la habitación se abrió.

Sisca giró la cabeza y vio a Dominic entrando.

—¡Dom! —Un destello de sorpresa cruzó los ojos de Sisca. Intentó incorporarse, pero apenas se levantó un poco, cayó débilmente de nuevo.

Dominic frunció el ceño, y su tono era difícil de descifrar si era ira o no.—Solo quédate acostada.

—Dom, sabía que te importaba. Sabía que no me ignorarías.

Sisca se sintió eufórica; las lágrimas brotaron en sus ojos mientras miraba a Dominic con ternura.

Sabía que Dominic valoraba más los sentimientos del pasado. Cuando le prometió a su hermano cuidarla, sin duda lo haría hasta el final.

El rostro de Sisca solo podía considerarse
Sigue leyendo este libro gratis
Escanea el código para descargar la APP
Explora y lee buenas novelas sin costo
Miles de novelas gratis en BueNovela. ¡Descarga y lee en cualquier momento!
Lee libros gratis en la app
Escanea el código para leer en la APP