—Sí… estoy embarazada.
Bianca exhaló suavemente, soltando los dedos entrelazados.
La enfermera miró el suero en su mano y respondió con cautela:
—En ese caso, déjame consultar con el doctor, solo para estar segura. Por favor, espera un momento.
Cuando estaba a punto de irse, Bianca la detuvo.
—Espera.
La enfermera se volvió, y Bianca suplicó:
—¿Podrías guardar mi embarazo en secreto, especialmente de mi hermano?
La enfermera estaba a punto de responder cuando Dominic entró desde afuera de la sala. Su expresión era seria.
—¿No me lo vas a decir? ¿Hasta cuándo planeas ocultarlo? Bianca, de verdad te has vuelto bastante capaz.
Bianca frunció el ceño, un destello de pánico apareció en sus ojos. No esperaba ser descubierta por Dominic. Al ver a Alessia, Riley y los demás entrando detrás de él, su mente se quedó en blanco por un momento.
Era como si su cerebro se hubiera sobrecargado.
—¿De verdad estás embarazada? —Riley miró a Bianca, sus ojos detrás de las gafas fijos directamente en ella