POV DE ALEXANDER
Me besó. Ella acaba de besarme, ella. Me separo un poco para fijarme en su expresión y me doy cuenta. Quiero esto, nos quiere a nosotros y yo no soy quien para impedirlo.
Estoy aquí para cumplir sus deseos.
Quería ser delicado al principio, intercambiar más besos suaves y profundos, de esos que nos dejaban confundidos y alborotados, pero tenerla ahí frente a mí tan dispuesta, no me lo permitió…
A la mierda con la delicadeza.
La cogí de la muñeca, la conduje hasta su habitación y tiré hacia dentro, llegando apenas a trabar la puerta antes de empujarla y estampar mi boca en la suya.
Deslicé la mano debajo de su culo y la alcé para que quedara atrapada entre la madera y mi pelvis, que mecí contra ella mientras la besaba.
La alejé de la pared, pero seguí sosteniéndola y la llevé hacia la cama. Envolvió las piernas en mi cintura y, fue tan natural tenerla en mis brazos, que no quería soltarla nunca más.
— Solo para que quede claro, estamos haciendo esto porque yo quiero