Natalia no le contó a su esposo que había decidido retirarse el DIU.
Deseaba que el embarazo fuera una total sorpresa para Fabián, así que una vez que se cumplieron las cuarenta y ocho horas recomendables después de la extracción, decidió que era el momento de comenzar con su misión: buscar a un bebé.
Tenía miedo y muchas expectativas, pero sentía que esta era la decisión correcta.
Sus hijos dentro de unos meses cumplirían cinco años de edad y estaba convencida de que serían unos buenos hermanos mayores.
Ahora debía armarle una sorpresa a su marido.
Fabián por lo general solía pasar tiempo en su despacho revisando los pendientes que tenía para el día anterior antes de dirigirse a la cama para dormir.
Sabía que estaba a punto de cruzar la puerta en cualquier momento.
Así que había ambientado la habitación para la ocasión.
Tenía una botella de champán en una esquina, junto con dos copas para servir.
Pétalos de rosas adornaban el camino desde la puerta hasta la cama.
Y