Christopher
La casa dormía a medias.
Había algo en ese silencio nocturno que no era descanso, sino contención. Una especie de pausa tensa, como si las paredes esperaran que alguno de nosotros rompiera el pacto tácito de no sentir demasiado, de no mirar donde dolía.
Pasé por el salón sin intención de detenerme. Sólo buscaba un libro, algo que me hiciera compañía mientras el insomnio hacía su ronda habitual.
Pero allí estaba ella.
Emily.
Dormía encorvada en el sofá, con los brazos cruzados sobre el vientre, el rostro hacia un lado, la b